Día Mundial por la reducción de las emisiones de CO2

Por Alejandro Fried (1)  y Rocío Dávila(2)

El objetivo es crear conciencia sobre el cambio climático global, especialmente sobre la disminución de gases de efecto invernadero. En lo que respecta a la cadena algodonera, estudios recientes revelan que las tecnologías climáticamente inteligentes pueden reducir las emisiones, aumentar la retención de carbono y mejorar la productividad.

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La Organización de las Naciones Unidas (ONU), designó al 28 de enero como el día para invitar a la toma decisiones en beneficio del cuidado ambiental e impulsar el desarrollo y aplicación de políticas de reducción en emisiones de gases. Se recuerda la fecha para contribuir a la concientización sobre los cuidados que debemos afrontar por el planeta.

El aumento de la temperatura media mundial está relacionado con el aumento de las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2). El desafío al cual nos convoca este día es lograr reducir estas emisiones que como sabemos son generadoras del efecto invernadero, responsables entre otros de la crisis climática.

Es de importancia vital que la población y las empresas tomen decisiones que ayuden a disminuir los impactos ambientales y reduzcan estas emisiones.

Los Gases de Efecto Invernadero se producen en la naturaleza y son esenciales para los seres humanos y la vida de millones de otros seres vivos, impiden que parte del calor del sol se propague hacia el espacio, logrando que la Tierra sea habitable.

Luego de más de un siglo y medio actividad del hombre en la tierra las cantidades de gases de efecto invernadero en la atmósfera se han incrementado en niveles alarmantes.

EN LA PRODUCCION ALGODONERA Y AGRÍCOLA

En la producción agrícola en general y en particular en la producción algodonera, progresivamente se viene trabajando bajo el concepto de Agricultura Climáticamente Inteligente (ACI). Un enfoque multifacético elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para guiar los procesos de toma de decisiones de los agricultores, fomentar sistemas agroalimentarios ambientalmente sostenibles e implementar métodos resilientes que puedan resistir los desafíos que plantea un clima cambiante.

Este concepto integral está diseñado para lograr tres objetivos básicos: aumentar de manera sostenible la productividad agrícola; mejorar la resiliencia al cambio climático; y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, reduciendo la huella ambiental de la agricultura.

LA CADENA DEL ALGODÓN

En lo que respecta a la cadena algodonera, estudios recientes revelan que las tecnologías climáticamente inteligentes pueden reducir las emisiones, aumentar la retención de carbono y mejorar la productividad.

Esta fue una de las temáticas abordadas en el 81° Reunión Plenaria del Comité Consultivo Internacional del Algodón (ICAC) en Mumbai en el mes de diciembre pasado. Estas innovaciones no solo favorecen la sostenibilidad medioambiental, la conservación de la biodiversidad y la salud del suelo, sino que también impulsan la productividad y la rentabilidad del algodón. Por ejemplo, en dicha reunión se presentó un informe de 2019 (Cotton Leads) que destaca que “la superficie de algodón sin laboreo (siembra directa) almacena 150 kg más de carbono atmosférico por acre de lo que emite durante la producción de algodón, lo que hace que el impacto del carbono del algodón sea netamente negativo”.

DESAFÍOS POS COVID

Los desafíos a los que se enfrenta la comunidad algodonera continuaron evolucionando, profundizados luego del COVID. El cambio climático, amenaza tanto nuestra salud como a las de las generaciones futuras.

El uso que hace la agricultura de los recursos naturales para producir alimentos, forrajes y fibras le otorga un rol fundamental en la crisis climática pero también la oportunidad de ser protagonista como parte de la solución: innovando y poniendo sus esfuerzos en transversalizar la sostenibilidad a lo largo de todas sus cadenas de valor.

De este modo contribuir a disminuir la contaminación, el uso de los recursos y la mitigación reduciendo sus emisiones o capturándolas.

EL COMPROMISO DE GENSUS

Gensus –Genética Sustentable– se encuentra comprometido a contribuir con el cuidado del ambiente impulsando productos más sustentables con responsabilidad ambiental y social.

Es por ello que desarrolla programas con directrices para la incorporación de estándares de sustentabilidad, implementado acciones que den lugar a un mejor desempeño y menor impacto ambiental, entre ellos: la generación de energía renovable para abastecimiento propio ante interrupciones del servicio externo, fomento del desarrollo tecnológico, minimización y gestión de residuos: procurando su reutilización y reciclado, gestión eficiente del uso de recursos naturales: agua y suelo procurando su salud (reducir su erosión y mejorar la fertilidad), gestión para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas,  utilización de una logística sustentable que reduzca la generación de emisiones y por ende la huella ambiental, invirtiendo en innovación y desarrollo y generando alianzas con actores estratégicos, mediante la innovación en genética -a través del INTA y otros institutos de investigación- procurando variedades que optimicen el uso de los recursos y el combate de malezas empleando menor cantidad de fitosanitarios; intercambio con la sociedad local para aportar a su comunidad y lograr fortalecerse mutuamente disminuyendo su vulnerabilidad ante los riesgos climáticos locales.

LA META DE LA ONU HACIA 2050

La ONU estableció el objetivo de ser carbono neutral como meta hacia 2050. Es determinante que las empresas puedan invertir en el desarrollo de estrategias para contribuir con la disminución de las emisiones en sus operaciones y en su cadena de valor. Contribuyendo de este modo, con el compromiso asumido por Argentina en la última NDC  de no exceder las emisiones netas de 349 millones de toneladas de CO2 en 2030.

Lograr una transición justa ambiental implica muchas acciones y el compromiso por parte de todos los sectores intervinientes: Estado, empresas y sociedad civil, que nos llevarán a disminuir la emisión de CO2 y por consecuencia la presión ambiental de las actividades productivas.

La cadenada algodonera es consciente de esta necesidad y realiza acciones continuas para lograr los objetivos propuestos en materia climática y ambiental fomentando un sistema productivo más resistente y sostenible.

  • Alejandro Fried es director de Gensus SA
  • Rocío Dávila es  Mg. Ing. BIM. Especialista en Cambio Climático

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