A 38 años de la gran inundación de La Tigra

Era un domingo de pascua en la localidad de La Tigra, Chaco, localidad ubicada a la vera de la ruta Nacional 95, a solo unos 40 kilómetros al sur de Presidencia Roque Sáenz Peña.

Era un 31 de marzo, y en la noche se desató una gran tormenta que dejó caer 530 milímetros. Al día siguiente, el 1 de abril, como de remate, cayeron 360 milímetros. No hay registros de una lluvia tan voluminosa, la cual provocó una verdadera situación de caos en la localidad, recordó ante Agroperfiles el agricultor Ernesto Lalo Ivan, que en la foto de portada aparece junto a su esposa Muchi, caminando por las calles inundadas.

Contó que fueron momentos muy duros, tristes, y que el rostro de la gente reflejaba desazón, angustia, impotencia, “y ahí nos dimos cuenta cuán frágil es el hombre en sí mismo”, reflexionó.

A la vera de la ruta, por tramos cortadas, había pobladores esperando recibir algún tipo de asistencia porque literalmente la masa de agua se llevó todo, desde mesas, sillas, colchones, prendas de vestir, alimentos.

Un móvil de LT43 Radio Mocoví, de Charata, recorre la zona de La Tigra hablando con los inundados (Foto gentileza Claudia Pinatti)

“NO SE COSECHÓ NADA, NI SE SEMBRO NADA LUEGO”

“Lalo” Iván en diálogo con este portal narró que en ese año, “no se cosechó el algodón que ya estaba defoliado, se perdió la cosecha entera siendo en esos años el principal cultivo”.

Además –prosiguió narrando–durante la campaña siguiente no se pudo sembrar al seguir los campos inundados por mucho tiempo.

DOS AÑOS SIN TRABAJAR LOS CAMPOS

A la par, comentó que “pasamos dos años sin ingreso económico en esta zona, yo trabajaba solamente aquí en La Tigra, que fue la parte central de este diluvio”.

Por esta razón, “pasamos momentos muy difíciles en esos años y sin un paliativo del Estado”.

CON EL AGUA HASTA LA CINTURA

“Todo estaba inundado, con el agua en algunos lugares hasta la cintura”, recuerdan otros pobladores.

El impacto económico fue tremendo, y eso se vio reflejado en varios años después de este fenómeno provocando un quiebre en todo el aparato productivo de la zona.

En La Montenegrina, a la semana siguiente de este evento, llovió alrededor de 400 milímetros más, y me acuerdo que había bastante agua, por todas partes, recuerda Héctor Capitanich.

ALAL: “LA GENTE ESTABA EN LA RUTA, LOS FARDOS FLOTABAN”

Luis Pinky Alal, también recordó pasajes de esa época: “Yo lo llevé en una Ford F100 al doctor Salom que lo vinieron a buscar para ver qué se podía hacer.

La gente estaba en la ruta y el agua cruzaba por encima de la ruta desde antes del cruce a San Bernardo. Para manejar me guiaba por los yuyos que sobresalían del agua en la banquina, comentó, y luego compartió en esa tremenda inundación “aprendí que los fardos de fibra flotaban, como los de la cooperativa La Unión”.

FENOMENO QUE ESCAPÓ A LOS ANALISIS DE LA EPOCA

Ante la ocurrencia del evento meteorológico desarrollado en los meses de marzo y abril de 1986, el área productiva de bajos submeridionales se vio afectada nuevamente por un periodo de anegamiento prolongado que deterioro en grado extremo los niveles de producción tanto en el sector agrícola como el pecuario, la infraestructura de vías de comunicación de importantes zonas urbanas y rurales.

La repetición del fenómeno en el periodo 1981-1986 ha sido de una frecuencia tal que escapa a los análisis y evaluaciones hechas en periodos anteriores y obliga a un replanteo en la formulación de acciones que permitan consolidar un nivel de producción sostenida del área.

Luego se hizo una recopilación de datos, con información sobre producción agrícola que comprendió los ciclos agrícolas del periodo 1972-1973 a 1985-1986, basados en los registros ordenados del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación , delegación Chaco, Dirección de Estadísticas y Censo del Ministerio de Economía de la provincia y datos del Consejo Nacional Agropecuario del año 1983.

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