Las estrategias de financiamiento del campo: el “escudo fiscal”

Las cargas fiscales se han convertido en una de las mayores dificultades que enfrenta el negocio agropecuario. En este contexto, gana participación la toma de deuda bancaria entre las estrategias de financiamiento del productor.

El trabajo fue hecho por Silvia Novaira y Desiré Sigaudo para la Bolsa de Comercio de Rosario, y hace referencia a que  cuando en el ámbito financiero empresarial se habla de escudo fiscal, se está haciendo referencia a la reducción o ahorro de impuesto a las ganancias que se logra por haber incorporado un gasto deducible en la cuenta de resultados.

El presente artículo tiene como objeto “rescatar” la consideración del concepto de escudo fiscal (o tax-shield) al momento de evaluar una decisión de financiamiento o de inversión, ya que su omisión puede llevar a determinar costos financieros erróneos, principalmente en contextos de alta presión impositiva.

Un análisis de este tipo cobra especial relevancia tras los resultados obtenidos en el Ag Barometer Universidad Austral Mayo 2021 referentes a las preocupaciones de cara a los próximos meses y a las decisiones de financiamiento para la campaña 2021/22.

Respecto de los desafíos para los próximos 12 meses, el 52% de los productores encuestados señaló como mayor preocupación “la incertidumbre política, las retenciones y el aumento de los impuestos”. Así, las dificultades derivadas de la presión impositiva sobre el negocio cobraron mayor relevancia que los desafíos que pueda plantear el clima, la variable condicionante por excelencia de la actividad agropecuaria.

En cuanto a las decisiones de financiamiento el Ag Barometer Universidad Austral informa que los productores estiman pagar aproximadamente el 47% de sus insumos al contado, y el restante 53%, con financiamiento externo dentro del cual 40% es canje y 37 % cheques diferidos o tarjetas agro.

El mix de financiamiento, comercial vs. financiero, por parte de los productores ha variado a lo largo de los últimos años.

En Septiembre del 2019, siguiendo el mismo sondeo, predominaba el financiamiento operativo con proveedores, alcanzando el mismo un 53% (45% canje y 8% crédito comercial). Sólo un 14% del financiamiento era bancario, coincidiendo con un momento de escasez en las líneas usuales de crédito o disponibles a tasas tan altas como disuasivas. En Septiembre del 2020, se invierte la relación y el crédito bancario pasó a ocupar casi un 40% del financiamiento elegido por los productores, mientras que el financiamiento otorgado por proveedores de insumos se redujo a un 32%. En esta ocasión, por el contexto de crisis, se volvió a una oferta de financiamiento bancario a tasas sumamente accesibles.

En línea con la evolución reciente del financiamiento capturada por el Ag Barometer, el relevamiento llevado adelante por la Bolsa de Comercio de Rosario también indica un crecimiento del financiamiento bancario en la última campaña. A pesar de las diferencias en las muestras analizadas – Ag Barometer concentrándose en encuestas a productores y BCR en encuestas a entidades bancarias y comerciales – ambos estudios exhiben un aumento del financiamiento bancario en detrimento del comercial.

En el artículo ¿Cómo es el financiamiento de la producción de granos en Argentina? de la BCR se expone que durante las últimas dos campañas los costos de labores y siembra se afrontaron en un 30% con capital propio, y en un 70% con fondos de terceros. Se estima que en el ciclo 2020/21 la inversión se recortó en más de US$ 1.600 millones, contrayéndose principalmente el financiamiento comercial. En contraste con ello, el financiamiento bancario se mantuvo prácticamente estable en valores absolutos ganando participación en el total. Así las herramientas ofrecidas por la banca como tarjetas agro, financiamiento por forward cedidos, descuento de valores y otras líneas, contribuyeron al 18% del financiamiento total de la campaña. 

A su vez, de cara a la campaña 2021/22 en el artículo Los impuestos de cada hectárea de trigo-soja 21/22 representarían más de la mitad del margen neto en zona núcleo BCR analizó la creciente incidencia que tienen los impuestos sobre los márgenes, aún en un contexto de precios atractivos.

Los cambios acerca del tipo de financiamiento elegido por los productores han estado principalmente motivados por cuestiones comerciales, disponibilidad de financiamiento, y costo del mismo (tasas convenientes). No obstante, en los tiempos presentes, debido a la alta presión impositiva, el productor deberá incorporar otro elemento a considerar en la toma de tal decisión: el fiscal.

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