Las prendas de algodón chaqueño, en Las Vegas

La 64.ª edición de los Premios Grammy que se llevó a cabo el 3 de abril de 2022 en el MGM Grand Garden Arena en Las Vegas, tuvo presencia chaqueña, de la mano de la diseñadora Emilia Velasco que hizo el vestido que uso la cantante María Becerra.

El hecho, más allá del espectáculo, muestra un mimo a la producción algodonera local de calidad y con todo el cuidado del medio ambiente

“Esta mañana, mi hija Guillermina me compartió la noticia de que la cantante argentina Maria Becerra estuvo en la entrega de los premios Grammys con un vestido diseñado por Emilia Velasco, diseñadora chaqueña. El algodón es 100% chaqueño y natural, producido por Cooperativa Inimbo”, escribió el gobernador chaqueño Jorge Capitanich.

Desde su atelier en Chaco, Emilia Velazco crea prendas sutentables, artesanales y con materiales nacionales.

“La propuesta del vestido de María tiene que ver con la identidad de Velasco”, comenta sobre el vestuario, que pertenece a la línea más creativa de la firma. La pieza fue confeccionada con material nacional de industria chaqueña de la cooperativa Inimbó, con la que trabaja hace más de 10 años, señala una publicación de Todo Noticias.

María Becerra, en la noche de entrega de los premios Grammys, en Las Vegas, EEUU

CON QUÉ MATERIALES TRABAJA

En una entrevista publicada años atrás por el diario La Nación, Emilia Velazco cuenta que empezó trabajando con lienzo, con bolsas de algodón que abría y disponía. “Acá en Chaco hay una cooperativa que se llama Inimbó que genera varios tipos de lienzo: plano, tubular, jersey, trama abierta, gasa pañalera, y hace años trabajo con ellos. También uso denim de la fábrica Santana que está instalada en Tirol, una localidad cerca de Resistencia. Y sumamos textiles de Paraguay como el ao po’i, una tela fina”, había comentado a Silvina Vitale en una nota para el mencionado diario.

–¿Cómo fueron tus inicios?

–Cuando tenía ocho años, a la hora de la siesta le robaba retazos a mi abuela de arriba de su ropero para hacerle ropa a mis muñecas. Crecí viéndola en su máquina de coser o tejiendo, como a mi abuela paraguaya que también era modista de oficio. Llevo esto en mi ADN.

–¿Y cómo surge Velasco?

–Fue después de participar de los talleres del INTI Las cosas del hacer, en 2011. Si bien antes hacía ropa, tenía otro nombre y las colecciones tenían una búsqueda más caprichosa; es que antes no me habían enseñado a mirar para adentro, para ver qué pasaba en mi provincia o en mi país. De ahí surgió mi primera colección, Samuhù, que remite al nombre de la flor del palo borracho; una colección hecha a partir de bolsas de algodón, que abría y trabajaba con stencil y bordaba, haciendo tablas y nudos.

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