Cuantificación del carbono almacenado en la biomasa arbórea

El trabajo se refiere a parcelas reforestadas en Andresito, Misiones

Con el objetivo de conocer cuál es la contribución en cuanto al almacenamiento de carbono de reforestaciones en márgenes de cursos de agua en el norte de la provincia de Misiones (Argentina) se relevaron 11 predios de diferentes propietarios.

Seis de estos predios presentaban reforestaciones de 10 años de edad y 5 de ellos, de 9 años. Se utilizaron fajas de medición (transectas) de 5x20m no permanentes, en las cuales se consideraron todos los individuos arbóreos ≥5 cm DAP; para cada individuo se registró el DAP, la altura total y se identificó a nivel específico. Se establecieron 27 transectas (2.700m2) en total.

A partir de los datos obtenidos se estimó la biomasa aérea utilizando ecuaciones alométricas.

Posteriormente, a partir de la misma se calculó la biomasa subterránea, la biomasa total (aérea + subterránea), el C contenido en la misma y el CO2 equivalente.

Se registró un total de 478 individuos, con una densidad promedio de 1.811 ind/ha, el número total de especies arbóreas registradas fue de 55 y varió entre 13 y 26 entre los distintos predios.

La biomasa total por hectárea fue en promedio de 126,7 Mg/ha, lo que correspondió a 63,35 Mg/ha de carbono y 232,5 Mg/ha de CO2 equivalente.

Si bien se observó una tendencia en las reforestaciones de 10 años a presentar mayores valores de estas variables que las reforestaciones de 9 años, las diferencias no fueron estadísticamente significativas.

Con esta información se estimó que la reforestación realizada por Fundación Vida Silvestre Argentina  en los años 2009 y 2010, que abarca un total de casi 40 ha, permitió almacenar un total de 2.357 Mg de C en la biomasa arbórea (aérea + subterránea), lo que representan 8.651 toneladas de CO2 secuestrado de la atmósfera en 10 años.

Estos valores indican que en este período las reforestaciones habrían alcanzado una magnitud de C almacenado similar a la observada en bosques nativos primarios degradados.

Se hace evidente el gran potencial de estas reforestaciones para almacenar carbono, los cuales aún podrían duplicar su magnitud si se toman como referencia los valores estimados para bosques primarios maduros bien desarrollados.

Autores: María Genoveva Gatti y Franco Andrés Werherich, que son integrantes de la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico, Investigadora del Instituto de Biología Subtropical (UNaM-CONICET), Profesora Facultad de Ciencias Forestales (UNaM) y en el caso de Werherich, es estudiante avanzado de Ingeniería Forestal, Facultad de Ciencias Forestales (UNaM).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *