Nuevo sistema para la protección de los granos almacenados

El INTA, junto a la empresa Ingeniería Electrónica Argentina (IEA) de Rosario –Santa Fe– diseñaron un sistema para detectar, de manera temprana, procesos de descomposición del grano almacenado en silos y celdas de chapa u hormigón.

Esto permite detectar actividad biológica en la masa de granos, mediante la medición de dióxido de carbono. Es, dicen desde el INTA, de instalación sencilla, bajo costo y alta sensibilidad, el novedoso dispositivo tiene por objetivo minimizar la pérdida de calidad.

El almacenamiento de los granos no es un tema sencillo ni una tarea pasiva. Todo lo contrario. De hecho, la calidad de los granos se ve amenazada por la proliferación de hongos, a causa de la alta humedad (grano húmedo, filtraciones de lluvia, problemas de napa), presencia de impurezas o la infestación con insectos que inician focos de actividad biológica a expensas de los granos.

Una vez iniciados estos procesos se retroalimentan y aceleran, dañando seriamente la calidad de los granos si no se detienen a tiempo.

LA DETECCION TEMPRANA

En este sentido, la detección temprana permite instrumentar las acciones necesarias para evitar daños o pérdida en la calidad del grano. Para conservar la calidad de las 100 millones de toneladas de granos que se guardan anualmente en esas grandes estructuras, que llegan a superar las 15.000 toneladas de capacidad, es necesario recurrir a la tecnología. En este punto, el monitoreo permanente es necesario para resguardar la calidad del producto almacenado.

“La medición de la alteración de la concentración de gases en el aire intergranario puede ser utilizada para determinar el nivel de actividad biológica”, señaló Ricardo Bartosik –especialista en poscosecha de granos del INTA Balcarce, Buenos Aires– y agregó: “El aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera intergranaria indica que hay actividad biológica y, por lo tanto, un riesgo inherente para la conservación de la mercadería. Una alerta temprana permite una acción a tiempo y evita pérdidas de calidad y económicas”.

SE MIDE EL DIOXIDO DE CARBONO

Por esto, el INTA junto con IEA diseñaron un sistema automático de monitoreo de granos almacenados, mediante la medición de dióxido de carbono del aire barrido por aireación. “Entre otras cosas, permite identificar la presencia del foco de los granos en riesgo”, indicó Bartosik quien sumó que, gracias a que el sistema está integrado por una serie de sensores de última generación que se ubican en el techo del silo, no son afectados por las condiciones climáticas, son de muy fácil mantenimiento y brindan información robusta de forma totalmente automatizada. “CO2NTROL protege alimentos, como lo son los cereales y oleaginosas, y aumenta las ganancias de los acopiadores; su instalación es sencilla y de bajo costo”, subrayó.

El sistema desarrollado utiliza el equipo de aireación existente en un silo, que habitualmente cuenta con un ventilador, conductos de aireación y salidas/entradas de aire en el techo. Con esto, la circulación de aire, cuando se enciende el ventilador, genera una corriente que reemplaza el aire intergranario confinado en la masa de granos, que es conducido hacia los sensores de CO2, los que registran su concentración, independientemente de la ubicación del foco en la masa de granos.

“Este punto es quizás uno de los que le aporta más eficiencia a nuestro desarrollo, complementándolo con la termometría”, indicó Bartosik quien puntualizó que con la medición de dióxido de carbono se recibe una alerta temprana, que permite detectar el foco en menos de 24 horas desde que empezó.

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