Un viejo enemigo del maíz asoma: el gusano cogollero

El coordinador del Proyecto Plagas CREA, Lucas Cazado, advirtió en diálogo con el programa El Puente de Agroperfiles que se emite por LT16 Radio Sáenz Peña que “la historia con el cogollero del maíz no es nueva, es una de las principales plagas en el cultivo que dentro de Argentina se extiende desde el norte hasta el sur”.

Es una plaga que atenta a toda la zona productiva del maíz, más específicamente desde el norte de Córdoba hasta Jujuy, cruzando por el este, la zona productora del Chaco y Santiago del Estero.

“Por tal motivo, cuando se extendió la frontera agrícola al norte, los países tardíos con protección biotecnológica fueron una ayuda al productor para poder realizar cultivo en estas áreas debido a que esta especie es un gran limitante para la producción”, dijo.

SE ALIMENTA DE LAS PRIMERAS HOJAS

El gusano cogollero es un Lepidoptero. De adulto es una mariposa que pone huevos en la planta de maíz donde nacen las larvas y se alimentan de las primeras hojas produciendo daños que muchas veces son irreparables para los cultivos, consume tanta área foliar que modifica la estructura de la planta.

Es una especie que si bien, vulgarmente tiene el nombre de cogollero, dentro del ciclo del maíz se lo puede encontrar en numerosas etapas, tanto en etapa vegetativa comiendo hojas, como en los años áridos se las puede encontrar comiendo caña de maíz.

EL ATAQUE A LA ESPIGA

El asesor advierte otro daño que últimamente se pudo observar y es cuando la espiga del maíz (que llamamos choclo) nace, la larva ingresa por la parte de la punta de la espiga donde están los pelos, y come los granos de adentro; estos daños muchas veces van acompañado de podredumbre impactando la calidad del cultivo que luego hay que cosechar.

IMPACTA EN EL RINDE Y EN LA CALIDAD

 “Por supuesto tiene un impacto en los rindes de forma directa por consumo de granos y de forma indirecta por la calidad en la que se ven afectados los granos a causa de las aperturas realizadas por esta especie, ya que luego ingresa agua y disminuye la calidad de los mismos”, remarcó Cazado.

HAY HERRAMIENTAS PARA FRENAR LA PLAGA

El productor cuenta con herramientas disponibles para el control de esta plaga, una de ellas es el uso de eventos biotecnológicos.

Frente a esto explica que la gran mayoría de las semillas de maíz, cuentan con una proteína insecticida incorporada, de esa manera cuando la planta nace, las larvas de cogollero se alimentan y mueren por la toxina.

 Las empresas han ido mejorando las toxinas, ya que con el tiempo van generando resistencia a causa del proceso evolutivo.

“En el mercado existe una proteína Vip3, que es excelente para el control de esta especie y la tienen la mayoría de los semilleros. Sin embargo hay que estar alerta por la alta presión que tienen los eventos para estas plagas”, subrayó.

También existen insecticidas químicos para el control de esta especie, para los cuales es necesario tener en cuenta el tiempo de aplicación.

Estos insecticidas se utilizan cuando los daños son incipientes “Se debe aplicar cuando existe alrededor de un 20% de plantas con daños”, y agrega que “para entenderlo vulgarmente, se realiza un raspadito a la planta donde se pueda ver la membrana y tomar conocimiento de si es necesario realizar una intervención química”.

Existen formas de retrasar la resistencia y una de ellas es la realización de “refugios” que consiste en sembrar un 10% del lote de maíz sin la proteína insecticida, lo cual permitirá generar adultos susceptibles que se puedan cruzar con los resistentes eventualmente presentes en el resto del lote con maíz Bt.

Otra recomendación por parte del ingeniero es monitorear los cultivos de maíz, ya que muchas veces el productor al tener una alta eficacia por parte de las proteínas, no realiza el monitoreo pertinente

“Invitamos a los productores a recorrer los lotes, evaluar los daños, consultar a técnicos de la zona porque son herramientas fáciles de llevar a cabo”, aconsejó.

Para mitigar estos problemas es necesario que en base al monitoreo realizado, se lleve a cabo la aplicación de insecticidas y así evitar la población de posibles resistentes.

Cada año, la presión de esta plaga varía. “En los años de sequía los daños se intensifican para los productores, a diferencia de los años donde la humedad permite que la planta compense esta destrucción con la taza de crecimiento” aseguró el Doctor en Ciencias Biológicas.

A nivel país se puede sectorizar la presencia de este insecto en toda la región NOA, NEA, centro de Santa Fe, norte de Córdoba y el litoral. En el sur del país, en la zona productiva de Buenos Aires, San Luis, Córdoba y el este de la Pampa, si bien esta  presente la especie, los cultivos no llegan a mostrar daño ya que es una especie migratoria que tiene el limitante térmico, de esta manera encuentra en el norte del país, las mejores condiciones para desarrollarse.

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