Ser padres, y ser productor agropecuario
Cada mañana, tal cual rutina, el padre se levanta bien temprano, desayuna y sale al campo. Dá las instrucciones, mira el ganado, o los cultivos, o sencillamente recorre ese predio donde se tejieron tantas historias, tal vez de sus padres, o tal vez de sus abuelos.
Ser padres y ser productor agropecuario no es tarea sencilla. “Ellos miran todo, desde chiquitos, y van aprendiendo las cosas del papá”, dice a Agroperfiles Denis Konsimal que comparte los días libres con sus hijas en el campo, mostrando las maquinarias y todo lo que hace en el campo.
Lo mismo Aldo Kizur (foto de portada), que con sus hijas y su sobrina en la cosechadora, les enseña de donde vienen las prendas de vestir: el blanco algodón que rodea el campo en su ultima parte de la zafra.
O como hace Denis KIsiel, con su beba en medio de un algodón, y que lo acompaña desde tan chiquita mirando las bondades que encierra la actividad en el campo.
PADRE, UN GRAN OFICIO
“Hoy los padres estamos muy preocupados por lo que pasa en el país… que les dejaremos?, qué será de ellos si nos siguen gobernando personas que piensan solo ponerle palos a la rueda a los que nos matamos la vida trabajando por el pais?, se pregunta Giancarlo, un productor de la zona del sudoeste chaqueño.
“Los llevo conmigo los domingos, y ellos miran como se ordeña a una vaca, de donde sale la leche, y como se forman los alimentos, y todo lo que cuesta cuidarlos”, cuenta Marcos, un productor ganadero del norte chaqueño.
“Y nosotros, a veces salimos a trabajar los campos, y volvemos a los dos o tres dias, y estos chiquitines preguntan cosas, como se hace el carbón, como se hacen las mesas que usamos para comer, y yo les muestro que sale del monte la madera”, comenta Raul, un productor foresto industrial del oeste chaqueño.