En la estación El Colorado (Formosa) de INTA han logrado desarrollar e inscribir una nueva variedad de maíz, al que han nombrado Chipa Vori INTA.

Así lo anunció a Agroperfiles la directora del centro regional Chaco Formosa Diana Piedra, quien dio detalles sobre las innovaciones en las que trabaja el organismo de tecnología agropecuaria.

La palabra vorí deriva del español «bolita», en alusión a las pelotitas de maíz que se encuentran en el caldo. El vocablo bolita fue guaranizado a «borita» y, finalmente, quedó: vorí.

Chipa, en tanto, es una palabra de origen quechua y significa apelmazado. O sea, termina significando “alimento”.

Esta creación fitogenética de maíz ya fue inscripta en el ciclo de variedades del INASE (Instituto Nacional de Semillas) recientemente, y responde a una necesidad tecnológica puntual en la que viene trabajando la institución.

 Es así como este nuevo desarrollo se inscribe en una serie de investigaciones sobre nuevas variedades en diferentes cultivos, en un trabajo del equipo que encabeza el ingeniero agrónomo Arsenio Aguinaga. Un caso emblemático es la variedad de algodón que vienen mejorando y proponiendo a los productores con mejor desarrollo en la región.

La Ingeniera Diana Piedra, a la par, destacó los avances que se consiguen puertas adentro de la institución: “lo que nosotros hacemos, tiene que estar pensado, diseñado, planificado, para que llegue a ese campo, donde está ese productor, que tiene todos los días que resolver un problema de su producción, de su gestión en el  campo. Entonces tratamos de que nuestras variedades anden bien”, dijo.

EL ANTECEDENTE DEL MAIZ PARA CELIACOS

En tanto, cabe recordar que en 2021, se presentó el “Avatí Sa’yju”, que es un maíz amarillo obtenido por el INTA El Colorado, Formosa. Su nombre en guaraní representa la idiosincrasia gastronómica de una región íntimamente vinculada con este cultivo y su harina. Platos tradicionales como la sopa paraguaya, el vorí vorí, el chipá guazú, el mbeju mestizo, la chipa so’o rellena con carne y otros panificados tienen a la harina de maíz amarillo como protagonista.

Con el objetivo de acompañar y dar respuesta a la demanda de los agricultores familiares y consumidores, un equipo de investigación del INTA El Colorado desarrolló un cultivar adaptado a la región, de alta calidad nutritiva y con alto rendimiento de la producción de harinas aptas para celíacos.