Preparándose para al algodón en la zona de riego
En las condiciones de semiaridez que caracterizan a la provincia de Santiago del Estero, en la zona de Clodomira, Rubén Kassis se prepara para la asegurarse el elemento vital para poder sembrar algodón: el agua.
Para eso, tuvo que realizar una costosa infraestructura consistente en la apertura de canales que comenzaron a derivar el agua que toma del dique Los Quiroga.
La bomba trabaja a pleno para poder tomar el agua del mencionado dique a los canales derivadores y de allí a las acequias.
“Esto es así, todos los años, invertimos mucho para poder trabajar, aprovechando los recursos naturales que dicho sea de paso, son necesarios que haya políticas de desarrollo y con mayor inversión para que se pueda seguir apostando a la producción”, dice Kassis a Agroperfiles.
“Es una pena que al sistema de riego no le dan la importancia que tiene para esta región, y con lo poco que se hace, los productores hacen maravillas para producir, y acá se ve como es la cosa: nada es fácil, hay que invertir y esa inversión la hace el productor”, comentó.
Kassis junto a su esposa Angela Yolanda Sánchez, producen cebolla pero su fuerte es el algodón, cultivo que lo siembran desde 45 años.
“Nací con el algodón, al lado de mi padre, con este cultivo tan noble y tan querido por nosotros”, dice Fabian a este sitio.
La semana que se inicia, los Kassis comenzarán en la zona de riego de Clodomira con la siembra de la campaña 2021/2022. “Hay buenas perspectivas, creo que este año vamos a andar mejor que la campaña anterior”, confía.
EL RIEGO, VITAL PARA PRODUCIR
La modernización del riego generó fuente de trabajo y desarrollo, lo que favoreció el crecimiento de importantes ciudades, entre las que se mencionan el conglomerado urbano Santiago del Estero-La Banda y ciudades como Fernández, Beltrán, Clodomira, Loreto, entre otras, cuyo desarrollo productivo se destacó en producciones de algodón, alfalfa, trigo, maíz, frutales y cultivos hortícolas como cebolla, zanahoria, verduras de hoja, tomate, zapallos, melón, sandía, etc., dice un informe hecho por el INTA.
Esto indujo el desarrollo de la población y el crecimiento de actividades de comercialización de estos productos y de los insumos y servicios requeridos por el agro.
HAY MUCHO AUN POR HACER
A pesar del impacto que el desarrollo del riego generó a nivel provincial, queda aún hoy mucho por hacer para acercarnos al potencial productivo del sistema. Es quizás momento de pensar en una nueva etapa de modernización del Sistema de Riego del Río Dulce.
Sin dudas, una tarea desafiante que requeriría la confluencia de esfuerzos de organismos provinciales, nacionales y asociaciones de regantes.
Diversos aspectos deberían considerarse en la hoja de ruta de un nuevo proceso de modernización, entre los que pueden mencionarse: mejorar la infraestructura y tecnificar la operación de canales y obras de distribución, potenciar la organización por parte de los regantes, incorporar más tecnología en las prácticas de riego, ajustar los momentos de aplicación del riego en función de las necesidades de agua de los cultivos, incrementar el monitoreo de los recursos naturales para prevenir su degradación.
El accionar conjunto, coordinado y sostenido en el tiempo, de los sectores público y privado, ayudará a mantener la sustentabilidad productiva y ambiental de esta importante área agropecuaria provincial.
