Pagan 420.000 pesos por un cerdo de la raza Hampshire

Un reproductor de la raza Hamshire fue vendido a 420.000 pesos en el remate realizado este fin de semana en Charata en el marco del XXIII festival provincial del Cerdo.

El ejemplar pertenece a la cabaña “Don Mariano” de José María Serafini, de la localidad chaqueña de Machagai,

El comprador resultó un productor de La Clotilde, Carlos Polischuk, quien deberá pagar el valor de este reproductor en tres cuotas de 140.000 pesos.

El evento, que se desarrolló en el Club Juventud Agraria Cooperativista de Charata, concentró la atención de cabañeros chaqueños y provenientes del Norte de Santa Fe.

En la oportunidad, salieron a pista cerdos, caprinos, ovinos, animales de granja y aves de corral; en tanto que la bajada de martillo estuvo a cargo de la firma consignataria Francisco B. Carbajal.

José María Serafini tiene 34 años y aprendió junto a su padre el oficio de criador de cerdos. Lleva 18 años trabajando en la cría de reproductores, logrando incorporar genética de alto valor como  Landrace, Duroc Jersey, Hampshire, entre otras, y pudo establecer un circuito comercial que a la par de producir ganado vacuno y siembra de algunos cultivos, le generan cierta rentabilidad a su familia.

Cuando comenzó con el emprendimiento hace casi dos décadas, comenzaron con unas pocas madres, y fue avanzando y hoy puede vender reproductores.

BUENA GENETICA

Serafini conto a Agroperfiles que la demanda del mercado es cada vez más exigente, y por lo tanto, es necesario que los criadores planifiquen lo que pretenden hacer en cuanto a esta actividad.

 “La genética es muy importante para que el que quiere ganar mercados, y la explicación es muy sencilla, lo puedo decir en base a mi experiencia: un reproductor con genética puede generar en seis meses su cría, con menor costo de comida, mientras que un cerdo común, demanda unos nueve meses o diez, o sea todo va relacionado”, explicó.

Agrega que la diferencia es que el de buena calidad (genética) va a aumentar la posibilidad de ampliar la demanda, aunque el precio al consumidor sea un poquito más.

A la par, Serafini vende capones, hace entregas semanales, tiene un mercado ya formalizado pero hace una selección genética diaria.

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