Mujeres valientes: “Llevo 4 años acarreando agua para las vacas”
Las mujeres rurales cuentan sus propias historias y construyen sus propios caminos. Así, de este modo, Lucía Marinich cuenta la inagotable tarea que tiene que llevar adelante para permitir que las vacas tengan agua y alimento diario.
“Yo llego a veces a las 10 de la noche y con 31 años me duele el cuerpo, pero la pasión y el amor por el campo hacen que yo me levante cada mañana y siga”, dice Lucia, una joven productora ganadera de la zona de Quitilipi que lleva tres años acarreando agua para sus vacas.
“Yo sufrí la sequía del 2008 también, cuidábamos las vacas acarreándoles agua todo el día, pero esta sequia es la mas dura porque son tres años seguidos sin parar”, comentó a Agroperfiles
“Este año ya no hay pastos, ni alfalfa, ni rollos, yo ahora estoy cortando pastos en la ruta, las vacas ven la camioneta con el acoplado donde cargo pasto ruso y vienen corriendo, porque es su única comida. Duele mucho porque ver al animal sufrir, da mucha tristeza”.
“Las vacas ven la camioneta cuando les llevo pastos o agua, y corren al costado del alambrado…
ellas esperan cada día la comida y el agua2, cuenta a Agroperfiles Lucía Marinich
TENEMOS QUE MAL VENDER LOS TERNEROS
“Tenemos que mal vender los terneros, porque quieren seguir mamando, pero el animal no tiene que comer”, dice.
Lucia cuenta que otras alternativas de la zona son los pozos, o los vecinos que le prestan una perforación y tienen un tanque australiano, “sacan agua hasta que dé”.
“Ahora están sacando agua de la banquina algunos vecinos de la ruta, aunque ahora esta barroso y ya no se puede sacar más. Yo hice 8 perforaciones en mi casa y de ninguna salió agua, quise vender mis terneros, pero el precio bajó demasiado así que voy a tener que mal vender porque ya no hay más nada para comer”, y agrega, “Con el último día de calor que hubo esta semana, se quemaron los últimos pastitos que quedaban, ya no hay mas nada”
LA PROVISION DE AGUA
En cuanto a la provisión de agua, Marinich comenta que la municipalidad de Quitilipi no da abasto porque ni las escuelas tienen agua, y los alumnos cada uno con un bidoncito va a buscar para poder lavar los platos cuando terminan de comer o para tomar.
Respecto a la mortandad de animales, la entrevistada relata “Yo me levanto a la mañana temprano, porque tengo un campo donde tengo un poco de agua y cruza un canal, todos los días a las 11 de la mañana los animales van a tomar agua y después a la tardecita tengo que ir a cuidarlas porque ellas están muy débiles, la represa esta muy empinada entonces ellas se tiran, hay que controlarles que no se caigan”.
ROTANDO LAS VACAS
“Yo alquile unas quintitas de pocas hectáreas entonces las voy rotando por mes para que puedan comer algo de pasto. El año pasado un lote que tenia se comieron 60 rollos en dos meses y medio. Ahora se viene las vacunas ($800 la vacuna por ternero) y se van sumando los gastos de gasoil, de nafta, de la moto bomba que se rompe, todo se suma y cuesta”, sostuvo.
El abigeato es otro problema que se sufre, “Tenemos que estar controlando que no nos prendan fuego la banquina, a veces a la siesta te cargan los animales, un ternero o un chancho”.