ENTRE ALGODONES Y ASADO

Es domingo a la mañana. La maquina sale del galpón de un campo en la zona de La Montenegrina. El maquinista y y el tractorista esperan que “baje un poco el rocío”, y aprovechando el sol comienzan a cosechar un lote de algodón. Muy cerca de allí, en la colonia Juan José Marmol, Denis y su padre, Juan, se aprestan a brindar servicio de cosecha a un productor vecino.

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Así, transcurre la mañana. “Es muy lindo ver los algodonales entre el brillo del sol y el horizonte de nubes blancas”, dice Denis. Cerca de las 9, su padre Juan prepara el fuego para hacer un asado para todos los que trabajan en este domingo.

Así, transcurren los días en el centrochaqueño, en la zona donde  cien años atrás, se asentaban los gringos que vinieron de Europa y junto a criollos emprendieron la siembra de algodón.

“A todo algodón, y con una buena mantita de cerdo para todos”, dice don Juan mientras se puede ver el humo anunciando ese almuerzo que se dió pasadas las 2 y media de la tarde.


En el Chaco, de este modo, mientras el clima lo permite, se sigue recolectando el algodón y se espera que en el transcurso de la semana se pueda alcanzar al menos un 40% de la superficie sembrada.


 

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