El uso de la soja en la alimentación de cerdos

Todos los productos de soja son excelentes fuentes de proteína para los cerdos debido a su perfil de aminoácidos. La harina de soja puede proveer todos los requerimientos de aminoácidos en dietas de crecimiento y finalización para cerdos en crecimiento, y para las marranas gestantes y en lactación, según consigna el sitio especializado en cerdos, Porci News.

Sin embargo, la inclusión de harina de soja convencional extraída por solvente se debe limitar en lechones en cerca del 20%.

Pero, cuando la soja ha sido tratada con enzimas o fermentada puede incrementarse su inclusión para lechones. Harina de soja tratada con enzimas o fermentación pueden reemplazar la harina de pescado en dietas para lechones destetos.

Los nuevos métodos de procesamiento de la soja y los concentrados de soya han mejorado su digestibilidad. Adicionalmente, se les ha dado más atención a los compuestos bioactivos como las isoflavonas y saponinas de la soja.

Estos compuestos poseen propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y pueden contribuir con varios mecanismos antivirales. Reciente investigación en la Universidad de Illinois en el grupo dirigido por el Dr. Ryan Dilger ha demostrado que las isoflavonas derivadas de soya contribuyen a la activación de mecanismos del sistema inmune adaptativo que pueden beneficiar la recuperación y resolución de infecciones causadas por el virus del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV por sus siglas en inglés).

Esto ha cambiado el paradigma que las soyas eran proinflamatorias, y al contrario proveen potencial para usar algunos de sus compuestos bioactivos como inmunomoduladores.

LA PRODUCCION DE SOJA EN PARAGUAY Y BOLIVIA

La producción de soja en Paraguay y Bolivia también es significativa y está disponible en varios países de Suramérica y sudoeste asiático, pero en menores volúmenes.

En varios estudios se ha encontrado que el origen de las soyas influencia el contenido de nutrientes, su digestibilidad, el valor energético para cerdos e incluso como afectan la salud intestinal.

Sin embargo, los estudios en cerdos no son consistentes y algunas veces se observan diferencias significativas entre países de origen, o fuentes, y en otros estudios no se observan estos efectos.

EN AVES

En aves, si es evidente las diferencias entre países en los valores de digestibilidad y energía. La diferencia puede radicar en el número de réplicas y muestras evaluadas. Generalmente, en cerdos se evalúan muestras de máximo 5 o 7 fuentes de cada país o proveedor. Lógicamente, este pequeño número de muestras y de animales en cada evaluación tiene poca variabilidad para detectar algunos efectos.

Sin embargo, Guzman et al. (2016) reportaron diferencias en desempeño y digestibilidad de nutrientes en cerditos entre 21 y 49 días debido al país de origen de las soyas. La ganancia de peso y la eficiencia de utilización de nutrientes fue mejor, y la incidencia de diarreas post-destete menor, cuando las dietas contenían harina de soya de Estados Unidos, comparado con harina de soya del Brasil y de Argentina.

La digestibilidad de materia seca, energía, y proteína cruda fue mejor en cerdos alimentados con dietas que contenían harina de soja de Estados Unidos comparado con la Brasileña y la digestibilidad de las dietas con harina de soja Argentina fue similar a la de Estados Unidos, dice el informe.

En la Tabla 1 se presentan algunos de los valores de energía digestible (ED) y metabolizable (EM) obtenidos en evaluaciones relativamente recientes de soyas de acuerdo al origen.

Aunque no se han observado diferencias significativas entre países de origen de la soya en estos valores de energía, en todos los estudios se observa que los estudios más recientes reportan contenidos de energía en el margen superior de los valores previamente reportados en tablas de referencia y libros.

Estos valores en promedio corresponden a 3,824 y 3,697 kcal de ED y EM por kg de harina de soya en materia seca. En harina de soya con 12% de humedad serian 3,365 kcal de ED o 3,254 de EM por kg.

Li et al. (2017) reportó valores de 3,682 kcal ED, 3,386 kcal EM, y 2,385 kcal de energía neta (EN) por kg de harina de soya conteniendo 42.68% de proteína cruda y 1.02% de extracto etéreo. Todos estos datos al 88% de materia seca.

Estos valores anteriores parecen valores altos, pero Sotak-Peper et al. (2015) reported 3,400 kcal ED y 3,274 kcal EM para harinas de soya producidas en varias regiones de los Estados Unidos. En general, es claro que es necesario valorar mejor la energía de las harinas de soya, pues los valores parecen haber aumentado.

Otra forma de estimar la EM de los alimentos es utilizando la tecnología NIRS (Near-infrared spectroscopy). Varias empresas de aditivos e ingredientes han desarrollado servicios utilizando NIRS para colaborarle a sus clientes a hacer análisis rápidos, económicos y más frecuentes de los alimentos antes de formular dietas para animales. Uno de estos servicios es el AMINONIR de Evonik.

Nosotros utilizamos estas curvas para analizar harinas de soya cultivadas y procesadas en Carolina del Norte entre el 2020 y 2021 y las comparamos con harinas de soyas de la región oriental y occidental del llamado “cinturón de maíz” de los Estados Unidos, de Argentina y del Brasil (Figura 1). El gran número de muestras utilizadas para este análisis da mayor confiabilidad en los datos estimados.

Los resultados indicaron diferencias significativas en la composición nutricional en proteína, extracto etéreo, amino ácidos totales y los valores estimados de energía metabolizable para cerdos

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