EL PREMIO TESTIMONIO 2018, PARA PABLO VAQUERO

Pablo Vaquero, un hombre dedicado a la biotecnología, con la mirada puesta en la agricultura eficiente y sustentable, acaba de recibir el premio “Testimonio Clarín Rural 2018”. Y no es casualidad, sino es el reconocimiento a su tarea incansable. Vaquero recibió los elogios del Grupo Agroperfiles, del cual forma parte, quienes destacaron su tarea en pro de una agricultura sustentable pero fundamentalmente, en lo que respecta a recuperar el cultivo del algodón en la región.

Pablo Vaquero, presidente del directorio del semillero de algodón Gensus que tiene su laboratorio en Avia Terai, fue condecorado con el premio Testimonio 2018 que anualmente lo entrega el grupo Clarín.

Vaquero –dice una nota publicada por el diario Clarín- tiene una larga trayectoria en los agronegocios, que comenzó con una formación de peso. Se recibió de ingeniero en en Producción Agropecuaria y cursó cuatro postgrados, dos de ellos vinculados con Agronegocios. Durante dos décadas trabajó en Monsanto, una compañía que representó como vicepresidente en América Latina.

Pablo Vaquero en su salsa. Aquí, parado en un lote de algodón sembrado con semilla de Gensus.

Participó en distintas cámaras y asociaciones ligadas con las cadenas del agro, el comercio y la producción. Fue representante de la Argentina en la Federación Internacional de Semillas, vicepresidente Maizar, de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) y presidente de la Fundación Producir Conservando.

En la actualidad es socio y director de la Consultora Estrateco y presidente de Gensus, una empresa dedicada a la producción y comercialización de semillas de algodón en la Argentina y la única de genética de algodón en el país. Además dedica una parte de su tiempo para dictar la cátedra de Análisis del Sector Agropecuario en la Universidad Católica Argentina.

Desde su labor en Monsanto y en las distintas cámaras del sector, impulsó el avance tecnológico, lo que permitió un enorme salto productivo en el agro argentino, de la mano de la introducción de eventos biotecnológicos en los cultivos de soja, maíz y algodón. Se autodefine como fan del agro, del “rojo” de Avellaneda y como ecologista racional y sustentable.

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