EL MOLINO QUE SE VISTIO DE CELESTE Y BLANCO

Hace alrededor de 50 años atrás, al sur de Coronel Du Graty, camino a Santa Sylvina, don Wiese opta por comprar un molino para su establecimiento, de la marca Cindelmet.

Ariel Wiese, junto a su madre, Eva, su hermana Karina y su hermano René.
“Juntos reconstruimos +algo que faltaba en este establecimiento y nos llena de orgullo“, dice

Fue una gran ayuda para los momentos cuando más se necesitó del viento y de que esas palas que giraban, sacaran el agua para los animales que tenía en el predio.

Sin embargo, esa herramienta que se levantaba en el campo no soportó un tornado que lo derribó. Se lo levantó, con esfuerzo, pero años más tardes, muy cerca ya de la actualidad, en 2016, como por cosa del destino, otro tornado le arrancó la rueda.

Así, ese emblemático molino de agua de los Wiese, pasó a formar parte de los hierros que muchas veces se guardan de recuerdo, o porque simplemente no los quieren tirar.

EN MARCHA

“Hace 8 meses empecé a fabricar pieza por pieza porque ya no se consigue nada para ese modelo!”, contó a Agroperfiles Ariel Wiese, productor e ingeniero agrónomo de profesión.

Aparte de todos los trabajos, días de lluvias o fuera de hora lo recostruimos, hasta tenerlo finalizando, al terminar la pintura “Galvanix” no lo podíamos dejar así! , dijo y enseguida dice que se le prendió la idea: “Decidimos pintarlo con los colores de la Patria, y esa fue una decisión que toda la familia estuvo de acuerdo”.

“Los que han pasado por acá, y lo han visto, nos dicen que quedó excelente, bien patriota y trabajando el molinito!!

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