Dos firmas privadas desarrollan un dispositivo que detecta y extingue los focos de incendio en forma precoz desde el interior de las cosechadoras. Se estima que se producen más de 200 incendios en las cosechadoras al año, con el consecuente riesgo en los operarios, pérdidas de maquinarias y de la producción, y daños a largo plazo en los suelos.
“Se estima que se producen más de 200 incendios en las cosechadoras al año, con el consecuente riesgo en los operarios, pérdidas de maquinarias y de la producción, y daños a largo plazo en los suelos”, comunicó la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas (CAFMA).
Industrias Víctor Juri formó una alianza estratégica con Matafuegos Georgia para desarrollar GVS 300, un dispositivo que detecta y extingue los focos de incendio en forma precoz desde el interior de las cosechadoras.
“Cuando un incendio no se controla a tiempo, se pierde la cosechadora, y parte de lo sembrado, pero esas no son las únicas consecuencias”, señaló Patricio Solveyra, gerente de Proyectos de Industrias Juri, empresa oriunda de Carmen de Areco y asociada a la CAFMA, “por cada hectárea quemada se produce una reducción del 35% al 45% del rendimiento del cultivo, ya que el aumento de temperatura durante la quema puede conducir a la pérdida de nutrientes en las primeras capas del suelo. También se pierde la humedad almacenada producto de la evaporación que se realiza”, segun publica el sitio Infocampo.
“Este sistema tiene detectores de calor que advierten cuando se origina un principio de incendio en el interior de la máquina y envían la señal a la central electrónica”, agregó el ing. Roberto Navarro de Matafuegos Georgia, “la central dispara el mecanismo de extinción inundando todo el compartimiento. Se liberan 25 kilos de polvo químico ABC simultáneamente, entregando siempre las cantidades y distancias correctas para la configuración de cada máquina. Al mismo tiempo, se corta la corriente para evitar la reignición”.
Este sistema se puede accionar de manera automática o manual mediante dos pulsadores: uno ubicado en la cabina y otro en el exterior. Todas las cañerías de toberas que están dispuestas estratégicamente en el interior de la máquina se activan por completo. Las normas internacionales indican que los incendios deben apagarse en su totalidad. Estos equipos se pueden instalar en cualquier cosechadora del mercado.
Después de un postdisparo, hay un protocolo importante y obligatorio de limpieza de la máquina. El polvo es fosfato monoamónico, ABC 90, que no tiene impacto ambiental, pero si no se hace la limpieza adecuada, con el tiempo y la humedad es un agente corrosivo. Los pasos para proceder postincendio son: primero se debe realizar un aspirado de la mayor cantidad de polvo químico posible, luego hay que sopletear el polvo restante y las tuberías del sistema fijo antiincendio, hidrolavar por completo la cosechadora, y finalmente, recargar el agente extintor y cambiar de la válvula explosora del cilindro extintor.