La ASAHO premió a la UNNE por un alimento a base de hojas de planta de mandioca
La Asociación Argentina de Horticultura –ASAHO- premió una propuesta de la UNNE de un nuevo alimento a base de las hojas de mandioca. Esta distinción se hizo en el marco del 42° Congreso Argentino de Horticultura, realizado en la ciudad de Posadas.
El cultivo de mandioca representa una actividad productiva de relevancia para el país y en especial para la región NEA, con aprovechamiento productivo de las raíces para el consumo en fresco y del almidón para la industria.
Pero las hojas de las plantas de mandioca se descartan, generando un desaprovechamiento productivo y a la vez un problema ambiental por su disposición final.
En ese sentido, durante el 42° Congreso Argentino de Horticultura, realizado en la ciudad de Posadas, se otorgó el 1° Premio al Mejor Póster en la Disciplina Horticultura al trabajo “Potencial nuevo alimento: follaje de mandioca (Manihot escuela Crantz)”, que posibilitaría el aprovechamiento de este material de descarte para la elaboración de harinas con alto contenido proteico.
En el marco del Congreso Argentino de Horticultura se entregó el “1° Premio al Mejor Póster” a una investigación de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste, que expone el potencial como nuevo alimento de la harina del follaje de mandioca, en especial de las láminas. Se destaca el gran valor proteico y que además se aprovecharía una parte de la producción que actualmente se descarta.
El trabajo fue presentado por el equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE integrado por Ángela Burgos, Miriam Porta, Claudina Hack, Sebastián Carnicer y Ricardo Medina.
El trabajo fue presentado por el equipo de investigación de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE integrado por la Mgter. Ángela Burgos, Mgter. Miriam Porta, Mgter. Claudina Hack, Mgter. Sebastián Carnicer y el Dr. Ricardo Medina.
El estudio analizó la partición de biomasa y el contenido proteico del tercio superior (tallo, pecíolos y láminas) de las plantas de 11 cultivares de mandioca en dos fechas de recolección.
“Estamos contentos con la premiación, porque respalda el trabajo de años desde la Facultad de Ciencias Agrarias en potenciar el aprovechamiento de la mandioca como cultivo regional, en este caso enfocado en dar valor a un material que actualmente se descarta” destacó Burgos, referente del equipo de investigación de FCA-UNNE a cargo del proyecto.
EN QUE CONSISTE EL TRABAJO
El estudio se llevó a cabo en el Campo Didáctico Experimental de la FCA-UNNE, con el material biológico de 11 cultivares de mandioca difundidos en la región y reconocidos como Yerutí, Amarilla, Amarilla Molina, Blanca de Santa Catarina, Rocha, Palomita, Paraguaya, Cerro Azul, Campeona, Brasilera Roque T, EC-9 y Clon 20.
Dichos cultivares se implantaron en alta densidad, de 40 mil plantas por hectáreas, y se cosecharon manualmente en dos periodos, en abril y diciembre.
De los tercios superiores de 3 plantas por cultivar se separaron el tallo, láminas y peciolos.
Según los resultados del estudio, las láminas cosechadas del tercio superior de las plantas de mandioca presentan 25,5 gramos de proteína bruta en 100 gramos, superando significativamente el contenido en pecíolos (6,5g) y tallos (8,5%).
EL CONTENIDO DE PROTEINAS
El contenido proteico de las láminas es a su vez mayor en abril que en el mes de diciembre.
Desde el equipo a cargo del estudio, destacan el potencial del nuevo alimento propuesto, siendo que se necesitarían consumir entre 52 y 140 gramos de harina de láminas de mandioca cosechadas en abril y entre 65 y 184 gramos de las cosechadas en diciembre para satisfacer el 100% de la ingesta diaria recomendada de proteínas.
Cinco cultivares, Amarilla, Amarilla Molina, Blanca Santa Catarina, Campeona y EC-9 presentaron contenidos de proteínas brutas significativamente superiores a los demás.
La producción de láminas secas por cosecha es de 2 toneladas por hectáreas en abril y 1,8 toneladas por hectárea en diciembre.
UN TOMA DE CONCIENCIA
“Este trabajo invita a tomar conciencia del costo ambiental, económico y social que significa desperdiciar lo que producimos” se resalta entre las conclusiones del estudio presentado en el Congreso.
Se expone la importancia de aprovechar un material actualmente desperdiciado, para generar un producto alimenticio con gran valor nutritivo y que, a la vez, representa un nuevo agregado de valor productivo para la cadena de la mandioca.