RETENCIONES, EN LA MIRA

Por PABLO ADREANI

—-     El gobierno deberá decidir si sacrifica ingresos por retenciones para favorecer la venta por parte de los productores y la consecuente liquidación de divisas, o si se arriesga a no modificar el esquema de derechos de exportación y enfrentar una escasez de dólares que pueden impactar en la economía doméstica, dice el consultor privado y analista de mercados Pablo Adreani.


¿Cómo podría sacrificar ingreso por retenciones?, se pregunta, anunciando una baja temporal de las alícuotas para que el productor venda y el exportador liquide, tal como hizo con los productos de las economías regionales, en los que el impuesto se bajó de cuatro pesos por dólar exportado a tres pesos.

Tomar esa medida para el aceite y la harina de soja produciría una mejora en el poder de compra de la industria aceitera y, por consecuencia, en el precio a los productores, analizó.

La fuerte retención de soja de los productores no es por las elecciones; es porque no les convence el precio, asegura.

 

EL ESCENARIO ELECTORAL

 

El efecto que están teniendo las elecciones presidenciales sobre la estrategia de los productores, es  un factor a tener en cuenta, dice Pablo Adreani. Hay que dejar bien en claro que la fuerte retención de los productores a vender la soja, no obedece tanto al efecto elecciones sino al simple hecho que no les convence el precio, indicó.

“Y no es una cuestión de gustos, es una ecuación decididamente económica. Muchos productores del NEA, NOA, y algunas zonas de Córdoba, donde los rindes no fueron tan buenos y el impacto del flete es significativo, si tienen que vender la soja a 223 dólares, pierden plata”, expresó.

Sostiene Adreani que si el precio no mejora, el Gobierno debería tomar nota de esta situación: si el productor no vende, el exportador o aceitera no liquida divisas. Y si esto no sucede, es una presión para que el dólar suba.

LAS PREGUNTAS DEL MERCADO

El mercado se pregunta si las operaciones de soja pendientes de fijar precio, con fecha límite hasta el 31 de Julio, son el principal factor que está presionando el mercado a la baja, en un contexto donde la falta de oferta es realmente muy notable, dijo Adreani en una columna reproducida por el sitio Agrovoz.

En la primera semana de julio, las compras de soja declaradas por la industria llegaron a 475 mil toneladas. Los exportadores, sumaron otras 337 mil.

Y en el caso de la industria, el volumen de soja pendiente de fijar precio ya alcanza la significativa cifra de 9,5 millones de toneladas, y no todas con vencimiento al 31 de Julio.

El patrón de ventas por parte del productor ha cambiado durante la actual cosecha. Desde comienzos del año ya advertíamos que el productor iba a hacer caja con el trigo y el maíz, resguardando a la soja para vender a un mejor precio en el futuro.

“Sucede que la mejora del precio de la soja todavía no apareció, y hoy la soja disponible está cotizando igual que lo hacía a mediados de mayo”, observó el analista.


 

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