HAY MAS CONSUMO DE CARNE, PERO LOS FRIGORIFICOS DE CHACO NO LEVANTAN CABEZA

La industria frigorífica del Chaco no logra reactivarse a pesar que el consumo de carne vacuna creció provocando un incremento de la faena en el orden del 10% en lo que va del año. El sector, sigue en un momento crítico, y sin contar las cooperativas de trabajo, suma alrededor de 500 puestos de trabajo directos, que se ven seriamente complicados en su continuidad, por los altos costos de la energía, el aumento de los combustibles, el costo laboral y los aportes, dijo Eduardo Carrara, de la Cámara Frigorífica del Chaco.

En la provincia se faenan alrededor de 9.000 cabezas mensuales entre las plantas que integran la Cámara Frigorífica del Chaco, lo que implicaría según indicó Carrara unas 120.000 anuales. “Creemos que podríamos faenar el doble, cuando la capacidad ociosa es altísima, y cumpliendo con los requisitos que exige la ley”, indicó.

La industria frigorífica chaqueña, dice un articulo publicado por el diario NORTE, que ya viene complicada por tener una capacidad ociosa del 70%, encuentra un fuerte escollo ante la apertura de importaciones de cuero. “Acá tenemos muchos cueros, pero pocos o casi nada de compradores y la importación nos tira abajo los precios”, expresaron los matarifes.

Cabe señalar que gran parte de los gastos operativos eran cubiertos con la venta de los cueros producto de las faenas, y el valor de los mismos en esta fecha con relación a principios del año pasado cayó en un 70 %.

“Todas las medidas que se anuncian y todo el precio tributario cae sobre quienes cumplimos con las obligaciones como contribuyentes, pero no así los que operan en la clandestinidad”, advirtió Carrara. Esta situación coloca al sector en desventaja “y la competencia desleal nos arrincona porque estamos agobiados con semejante presión tributaria y ellos siguen operando al margen de la ley”, anotó.

El resto “tiene una alta cuota de faenadores que trabajan en la clandestinidad, sin controles bromatológicos, sin tener las instalaciones correspondientes, y eso va en contra de quienes invertimos como cámaras refrigeradoras, que mantienen la sanidad del producto faenado para que llegue en óptimas condiciones al consumidor, eso lo hacemos nosotros”, señaló.

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