El ex presidente del Senasa y actual productor ganadero, Bernardo Cané, analizó en diálogo con Agroperfiles Radio la reciente decisión del organismo de autorizar el ingreso de productos veterinarios de países con estándares equivalentes, en un contexto marcado por el debate sobre la fiebre aftosa, la competencia y los precios en el mercado interno.
Cané brindó su mirada sobre la decisión del gobierno nacional de permitir la importación de medicamentos, kits de diagnóstico, vacunas y productos biológicos veterinarios provenientes de países con estándares sanitarios equivalentes a los de Argentina.
Señaló que esta decisión del Senasa se da tras un debate que lleva más de un año en el país. “Hace un año y medio hubo una discusión profunda en Argentina sobre si vacunar o no vacunar, el precio de las vacunas, el rol de las fundaciones. Y en ese contexto, indicó que Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina “empezó a analizar por qué la vacuna contra la aftosa vale el doble en nuestro país que en otros lugares”, explicó.
Una de las primeras medidas fue reducir la vacuna de cuatro cepas a dos, ya que, según Cané, “Argentina era el único país del mundo que tenía una vacuna con protección para cuatro virus, dos de los cuales ni siquiera están presentes en el territorio”. Si bien ese paso inicial se cumplió, el ex titular del Senasa remarcó que “la burocracia o una malentendida protección sanitaria hicieron que fuera casi imposible concretar lo que ya había anunciado el ministro varias veces”.
Competencia y monopolios.
Uno de los puntos centrales de la entrevista fue el dictamen emitido recientemente por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que según Cané, “es muy largo, detallado y contundente”, y donde se observa que no existía libre competencia en el mercado de vacunas veterinarias. “Es muy fuerte, te lo recomiendo para que lo leas. Encontraron observaciones muy serias al procedimiento que se venía dando en Argentina”, afirmó.
Cané valoró que este informe haya influido en la toma de decisiones políticas: “A partir de eso, los ministros Caputo y Tuisenguer anunciaron la desregulación de esta situación y la posibilidad de importar vacunas por equivalencia”.
Cané comentó que en el primer anuncio se incluyó a Uruguay pero no a Brasil: “Se olvidaron de apretar la tecla B de Brasil… Uruguay casi no tiene fábricas de vacunas contra la aftosa”, señaló entre risas.
No obstante, destacó que luego de ese traspié, el tema fue corregido rápidamente. “El viernes y sábado trabajaron intensamente, y el lunes salió la Resolución 338, que corrige la anterior y establece que toda norma previa que se oponga queda derogada, dando 30 días para resolver los casos pendientes. Todo lo que no esté resuelto en ese plazo queda aprobado”.
“Esto resuelve un debate histórico”
Para Cané, la resolución representa un avance fundamental: “En relación a la vacuna, me parece que esto resuelve el debate histórico. Y respecto al resto de los productos veterinarios, se apunta a un principio de equivalencia justo: que Argentina reciba lo que los demás nos permiten ingresar, siempre y cuando los estándares sean similares”.
Además, recordó que la industria veterinaria argentina ha sido históricamente rigurosa: “Argentina tiene estándares elevados, incluso mayores en muchos casos que los de la industria medicinal humana. Hay que defender eso, sí. Proteger el rodeo, también. Pero no defender abusos”.