Por Ramiro Montes (*)
Durante la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso, el presidente Javier Milei anunció que el gobierno trabaja en una reforma tributaria, como uno de sus principales proyectos.
Mientras el Gobierno elabora una reforma impositiva para eliminar la mayor parte de los impuestos que tienen un peso marginal en la recaudación (reducir en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y pasar a tener únicamente 6 impuestos), en los últimos días tomó fuerza una propuesta para simplificar el sistema tributario e implementar un único impuesto a las ventas que unifique IVA, Ingresos Brutos y tasas municipales, bautizado de manera informal como “Súper Iva”.
La columna vertebral de esta iniciativa es unificar el Impuesto al Valor Agregado nacional, los Ingresos Brutos provinciales y las tasas municipales en un único tributo, con una alícuota a determinar, pero contemplando que una parte de ese ingreso debería ser coparticipado a provincias y, a su vez, desde ellas hacia los municipios.
Se trata de una propuesta inspirada en un ejemplo reciente en Brasil y en un ensayo con pequeños contribuyentes en Córdoba, y que fue presentado por el presidente de la Fundación Mediterránea -y ex director de Anses durante este gobierno- Osvaldo Giordano.
Aplicar este súper impuesto implicaría que el IVA actual aumente, aunque el precio total de los productos disminuiría. Por un lado, el Súper IVA será mayor al IVA actual porque tiene que incorporar parte de la recaudación que surge de los impuestos distorsivos que ya no se usarán, pero por otro lado, los precios finales de los productos ya no tendrán incorporados los porcentajes de Ingresos brutos y tasas de seguridad e higiene, entre otros, que ahora se pasan a precio. Entonces, el precio de los productos que pagará el consumidor final debería ser menor al actual.
Además con la implementación del Súper IVA se generaría un sistema tributario más simplificado, lo cual disminuirían los costos económicos, recordemos que tanto el impuesto a los Ingresos Brutos como las tasas municipales gravan una misma venta generando un efecto cascada sobre el precio final, lo cual termina afectando al consumidor final del producto y/o servicio.
Por otro lado entendemos que la implementación de un tipo de reforma de este estilo no será de un día para el otro, sino que llevará tiempo, debiendo pasar por largas discusiones entre los diferentes poderes que lucharán por sus recaudaciones, se necesitara además de una modernización tecnológica en los distintos niveles del estado en materia recaudatoria, pero fundamentalmente se requerirá un amplio consenso entre nación, gobernadores, intendentes y jefes comunales. ¡Algo no tan fácil de lograr en los tiempos que corren!
En conclusión e independientemente del tipo de modificación a realizar en el sistema tributario, se necesita de una reforma integral del mismo y de coparticipación federal para equilibrar las necesidades fiscales de la nación, las provincias y municipios con la competitividad y sostenibilidad de las actividades económicas en general. Necesitamos que nuestras empresas sean más competitivas, y ello depende en gran parte de evolucionar en materia tributaria.
(*) Ramiro Montes, contador Público, Magister en Adm. de Empresas. Miembro de la A.A.E.F. Fundador de Estudio Montes & Asoc.