Un informe agronómico hecho por la Bolsa de Cereales de Córdoba, revela que en el mes de abril, el maíz y el sorgo enfrentaron un periodo en el cual no se pudieron recuperar, aunque sí, de manera leve, la soja. Sin embargo se estiman rindes muy bajos, que serían los peores de la historia en Santiago del Estero.
El estrés térmico y la escasez hídrica durante febrero y marzo dejaron una fuerte huella en los cultivos de soja, maíz y sorgo. Mientras la soja mostró una leve recuperación interanual en su producción, maíz y sorgo presentarían sus peores volúmenes en varias campañas.

LA CAMPAÑA
La campaña de soja, maíz y sorgo estuvo marcada por condiciones climáticas adversas, principalmente altas temperaturas y falta de agua durante febrero y marzo, coincidiendo con etapas críticas de desarrollo. El estrés generalizado afectó la floración, polinización y el llenado de granos, lo que ha llevado a esperar rendimientos históricamente bajos: los más bajos de las últimas siete campañas para soja y maíz, y de las últimas cuatro para sorgo. Como resultado de estos factores, en algunos departamentos del norte de la provincia como Alberdi, Moreno y Pellegrini se registraron pérdidas de cultivos, con superficies afectadas.
Las lluvias llegaron tarde, sin revertir completamente los daños ya ocasionados. De acuerdo con colaboradores D.I.A, en soja se observaron síntomas de estrés en parte del cultivo que permanece en período crítico, mientras que más del 50% ya transita el inicio de madurez.
SORGO, COMPLICADO
En sorgo, la combinación de fecha de siembra y sequía en panojamiento provocó lotes desparejos y bajos rindes. Como se puede observar en febrero y marzo, las precipitaciones estuvieron por debajo del promedio histórico, sobre todo en los departamentos de Jiménez y Río Hondo.
En cuanto al estado general de los cultivos, el porcentaje de lotes en condición regular a mala aumentó en más de 30 puntos porcentuales en sorgo, disminuyó en soja y se mantuvo estable en maíz respecto al mes de marzo.
Aunque la cosecha avanza lentamente, las precipitaciones serán determinantes para establecer el ritmo de la labor en los próximos días.
La sanidad de los cultivos se mantiene estable, con plagas en niveles bajos a medios.
PICUDO NEGRO EN SOJA
En soja, se reporta incidencia media de picudo negro (Rhyssomatus subtilis Fiedler), trips (Thysanoptera), arañuela (Tetranychus urticae) y oruga medidora (Rachiplusia nu), mientras que el complejo de chinches (Nezara v., Piezodorus g. y Dichelops f.) se presenta en baja incidencia.
Se detectó también tizón de la hoja y mancha púrpura de la semilla de la soja (Cercospora kikuchii) como enfermedad de fin de ciclo. En maíz, la chicharrita (Dalbulus maidis) apareció de forma tardía con presencia media, y el complejo del achaparramiento se manifiesta con baja incidencia. Las orugas defoliadoras (Spodoptera frugiperda) y (Helicoverpazea) se encuentran con incidencia media en maíz y sorgo.
En este último, también se destaca la presencia media de pulgón amarillo (Melanaphis sacchari).
LA VISTA DE LOS CULTIVOS DESDE LOS SATÉLITES
A partir del análisis de anomalías NDVI mediante imágenes MODIS, se comparó respecto a febrero que hay un considerable aumento de las anomalías negativas y muy negativas con un aumento de 32 puntos porcentuales para el período actual. De la misma manera hay una caída de 15 puntos porcentuales de las anomalías positivas y muy positiva, mientras que para las normales es de 17 p.p. Las anomalías normales a muy positivas se agrupan al sur este de la provincia, específicamente en los departamentos Rivadavia, Aguirre, Belgrano y General Taboada, así como también la zona agrícola de Ojo de Agua. Las anomalías negativas y muy negativas se aglomeran en el noreste y noroeste provincial.
