“Sin fertilizantes vamos a producir menos kilos, pero sin insecticidas o herbicidas, no vamos a producir nada”.
El ingeniero Miguel Kolar, se refirió al freno impuesto por el gobierno para que ingresen al país los insumos utilizados en el campo, como así también cuestionó la falta de planificación y comunicación por parte del sector político con los productores, haciendo un llamado de atención a los nuevos dirigentes electos de no repetir los errores de los gobiernos anteriores.
En dialogo con El Puente, programa que se emite por LT16 Radio Sáenz Peña, el asesor privado en Chaco y Formosa dijo “Sin el ingreso de fertilizantes vamos a producir menos kilos, pero sin insecticidas o herbicidas, no vamos a producir nada”.
“No hay nada que investigar porque directamente no hay insumos para producir. No se trata de no saber”, afirma el ingeniero y explica:
“La urea es el fertilizante que mas se utiliza y que tiene el nutriente de mayor consumo por las plantas, se genera a través de un rayo de alto poder voltaico, el aire que respiramos tiene 78% de nitrógeno, ese elemento está en forma gaseosa y necesita mucha energía para ponerse en forma sólida. Cuando cae un rayo de forma natural, donde pasa la energía por el aire genera urea. La fabricación de ese fertilizante se hace con energía, pero en grandes cantidades. No podemos sostener el consumo doméstico y pretenden realizar este tipo de actividades sin tener idea de lo que hablan”.
La generación de energía en Argentina es a base de quemar gas. El complejo Yaciretá abastecía el 10% del consumo total de país, y ahora será menos porque Paraguay van a quitar la parte de ellos que nos vendían. Argentina va a tener que crear su propia energía, la cual es muy cara porque se debe importar los insumo para generarla.
El mercado de agroquímicos en Argentina vale 3 mil seiscientos millones de dólares, ¿Cuánto tendría que invertir el gobierno para abastecer a Argentina de insumos para que el productor pueda producir sin problemas?
Normalmente en un año con buena lluvia, el campo produce alrededor de 60 a 70 millones de toneladas de soja, a Us$500 que el gobierno cobra son 30 mil millones de soja, mas todos los otros cultivos como maíz, sorgo, girasol, fibra de algodón, poroto, maní, todo lo que se exporta. El país necesita darle en dólares menos del 10% de lo que produce, para importar insumos.
“Necesitamos tener un plan, pero nos manejamos a los manotazos todos los días”
“Los productos que están en la aduana no los dejan entrar, lo mismo ocurre con los tractores y cosechadoras; pasa la campaña, pero no te entregan las maquinas”
“Somos un país con agricultura y no un país agrícola” se dijo y estas son las consecuencias asevera Kolar, no hay planificación, ellos no saben cuanto va a necesitar el campo, no se sientan a hablar con los que generan los dólares para saber que necesitan, las empresas emiten los certificados para importar, pero no los autorizan. No hay previsión alguna, la falta de planificación es una de las grandes cuestiones que hay que cambiar.
“La gobernación que fue electa ahora va a tener que prestar atención que la gente está pidiendo un cambio en el sistema. Muchas veces el funcionario se cree dueño del poder, pero deberían tener la humildad suficiente si se postula para representar a un pueblo, de una vez llegado al lugar que te eligieron, volver a las bases y preguntar”, señaló.
“La democracia funciona hablando con la gente, representando, sabiendo lo que necesita cada uno.”
“El ministro de producción tiene que sentarse con los productores y preguntar que necesitan para producir más, no con el gobernador sino con el campo, el de educación con los maestros, el de salud con los médicos, etc. Porque los que saben cuales son los problemas por resolver, son las personas que están en el frente de batalla todos los días lidiando con los problemas y no un funcionario que esta en una oficina en la casa de gobierno”.
“Si los nuevos funcionarios políticos no entienden que tiene que representar al pueblo y no creerse dueños, que el poder es prestado, van a estar un periodo nada más”.
El Ingeniero afirma que en Brasil, el campo avanza porque, aunque cambia el color político, las reglas no cambian, y agrega que no hay nadie que hable de estos temas más que dos o tres periodistas a nivel nacional. “Cuando se reúnen y se gestiona con el funcionario, te escuchan, pero no hacen nada. No hay debate, no asumen un compromiso”.
Su lectura frente a todas estas cuestiones es que el pueblo esta despertando, está reaccionando, como corresponde en democracia a través del sufragio. “Nos corresponde a nosotros exigir ser escuchador”.
PROHIBIR EL GLIFOSATO ES ATENTAR CONTRA LA CONSERVACION DEL SUELO
Sobre el glifosato, indica que es la columna vertebral de la siembra y que no hay manera de hacer siembra directa sin glifosato, no hay otro producto tan amplio que controle tantas malezas. “Tal vez se le dio mal uso presionando demasiado en su aplicación y no es que adquirió resistencia, sino que genero malezas nuevas, pero fuera de esto, atentar contra el glifosato es atentar contra la conservación de suelo y los políticos lo hacen sin saber”, manifestó.
“En el agroquímico no hay mercado negro. A diferencia de lo que muchos políticos piensan, en el campo no hay donde se comercializa en negro, no hay donde ir a comprar sin factura”.
Si el campo no produce, entra en crisis todo. Los políticos tienen que empezar a consultar, planificación y política agropecuaria es lo que se necesita y se necesita que los nuevos funcionarios entiendan lo que tienen que hacer cuando asuman el 10 de diciembre, el gran cambio es consultar con la gente que todos los días están produciendo, resume Miguel Kolar.