Por Ing. Agr. Claudio Dunan
Presidente del INASE
El algodón, conocido como el “Oro Blanco”, es un pilar fundamental en la economía argentina, especialmente en las provincias del norte. A pesar de los desafíos climáticos y económicos, el sector algodonero muestra potencial para crecer.
Las provincias que conforman la principal región productora de algodón incluyen Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe, Salta y Formosa, siendo Chaco la que presenta mayor protagonismo. Estas provincias representan el 94,5% de la superficie sembrada y el 92% de la producción total de fibra en el país.
La semilla de algodón es el primer recurso tecnológico que los productores utilizan en su gestión operativa. En este contexto, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) desempeña un papel esencial en el desarrollo y mejora de semillas, adaptando cultivares a las condiciones particulares de cada región algodonera del país, siendo los últimos lanzamientos “GUAZUNCHO 4 INTA BGRR”, “GUARANÍ INTA BGRR” y “PORÁ 3 INTA BGRR”.
Claudio Dunan, presidente del INASE
Desde el año 2000, el uso de cultivares transgénicos se ha ido expandiendo en Argentina, con una aceptación gradual que alcanzó su punto culminante en la campaña 2004/2005, cuando el algodón transgénico ocupó alrededor de dos tercios de la superficie sembrada a nivel nacional.
Las variedades que desde aquella época han dominado el cultivo son la “NUOPAL BGRR”, lanzada en el año 2004 y posteriormente la “DP 1238 BGRR” inscripta en el año 2014, que actualmente y de acuerdo a los datos aportados por el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), ocupa casi el 65% de la superficie sembrada.
La semilla proviene de lotes sembrados específicamente para su producción que, a diferencia de la siembra para producción de fibra, incluyen medidas que permiten mantener la pureza varietal del lote, una vez cosechado se obtiene la semilla tras el proceso de desmote. Luego, previo a la siembra, la semilla se somete al proceso de deslinte, quedando así en óptimas condiciones para su siembra.
En los últimos años, la semilla fiscalizada se ha producido en lotes fuera de la zona de producción comercial, intentando con ello evitar las contaminaciones que más adelante se detallarán y ampliando la zona productiva para también evitar los ataques de plagas como la lagarta rosada y el picudo del algodonero.
La producción de semilla se vio incrementada a partir del lanzamiento de las nuevas variedades del INTA, momento en que la oferta de semilla fiscalizada se estabilizó alrededor del 50% de la superficie estimada cada año con el cultivo, lo que muestra que, a pesar las complicaciones climáticas que han afectado la zona de producción los últimos años, es una de las autógamas con mejor consumo de semilla fiscalizada.
En el cuadro siguiente, extraído del informe SISA de la campaña 2023/2024, se pueden apreciar las cifras mencionadas:
PROGRAMA SEMILLA SEGURA
El programa “Semilla Segura” se ha afianzado como una herramienta para asegurar la calidad e identidad de las semillas de algodón, así como para verificar el cumplimiento de la normativa vigente en relación con la excepción del agricultor que, a partir de la mencionada Resolución 366/24 suman el muestreo por parte de los inspectores de INASE de todas las partidas procesadas previas a la entrega al productor titular.
Estas iniciativas buscan transparentar el mercado de semillas y garantizar que el uso de semillas de producción propia se enmarque dentro de la Ley de Semillas y Creaciones Fitogenéticas N° 20.247, generando las condiciones propicias para la introducción de nuevo germoplasma como han sido las últimas variedades inscriptas por el INTA, valioso aporte luego de años de no contar con materiales modernos y adaptados a nuestro ambiente.
INASE viene trabajando fuertemente en este cultivo, no solo por su importancia regional y como inicio de una compleja cadena industrial con una amplia ocupación de mano de obra, de alta tecnología y con perfil exportador, sino porque el desarrollo de las herramientas de control sirve como referencia para su implementación en otros cultivos, ampliado y modernizando el control de uso de semilla en especies autógamas.
Respecto al marco regulatorio, si bien hace años que desde distintos sectores se promueven cambios de diferente índole y alcance, los objetivos del INASE son los que establece la Ley actual y es por ello que nos enfocamos en desarrollar las herramientas que mejor desempeño puedan tener de acuerdo a las características de cada especie.
En esa línea de trabajo, venimos desarrollando herramientas como los marcadores moleculares, que permiten la verificación de la identidad varietal y que fueron reglamentados, para esta especie, mediante la Resolución N° 186/24 y que comenzará a implementarse en esta campaña, para verificar la consistencia de las declaraciones juradas que los agricultores realizan en el referido sistema SISA.
Entonces, contando con controles en toda la cadena de producción de semilla, sumando controles en desmote y deslinte de semilla de propia producción, realizando pruebas de contaminación con eventos de transformación no comerciales, verificando mediante marcadores moleculares la identidad varietal y la pureza de los lotes sembrados (base fundamental del ejercicio legal de la excepción del agricultor),
INASE ha puesto al cultivo de algodón en un lugar de importancia desde el punto de vista del respeto a la propiedad intelectual y del aseguramiento de la calidad e identidad de la semilla que el agricultor siembra, ya sea fiscalizada o de propia producción, lo que permite pensar, para los próximos años, en un mercado de mayor producción, amplia oferta de tecnología y germoplasma en continua evolución
Publicado en la Revista de la Cámara Algodonera Argentina Diciembre 2024
Los últimos lanzamientos, variedades de los 90 que recibieron tecnologías de la misma época en 2022…. tan moderno como comprar un Fiat duna recien ensamblado!!!