Se confirma nueva resistencia múltiple en malezas
En las últimas horas, se confirmó una nueva resistencia a herbicidas de ALS y Glifosato para Bassia scoparia, conocida comúnmente como “morenita”. Desde la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM), el programa que nuclea investigaciones en relación a malezas, insectos y enfermedades, alertan que este último caso eleva a 46 la cifra de biotipos resistentes a herbicidas registrados en Argentina, 15 de ellos con resistencia múltiple.
Bassia scoparia o “morenita” es una maleza de ciclo anual, primavero estival, que ya en 2022 había confirmado su resistencia a dos activos de la familia de las imidazolinonas pertenecientes a los inhibidores de la acetolactato sintasa (ALS) en poblaciones del centro oeste de la Pcia. de Buenos Aires.
Siendo el primer registro de resistencia para esta especie en el país durante 2022, ahora se confirma una nueva resistencia, en este caso múltiple, a dos activos dentro de los inhibidores de la acetolactato sintasa (ALS) y al glifosato (EPSPS).
La sospecha de resistencia fue reportada por un asesor del partido Adolfo Alsina, al suroeste de Buenos Aires, quien detectó escapes sobre un cultivo de soja.
Luego del envío de muestras de estas poblaciones para los exámenes de laboratorio correspondientes, los investigadores Marcos Yanniccari (Chacra Experimental Integrada Barrow – CONICET – Facultad de Agronomía UNLPam) y Ramón Gigón (Consultor privado) publicaron un informe que revela que las poblaciones sospechosas mostraron 100% de sobrevivencia a las dosis recomendadas de glifosato (1000 g e.a. ha-1), e incluso el 90% sobrevivió al doble de esa dosis recomendada. Estos datos determinan un índice de resistencia a glifosato de 4,7.
En cuanto a herbicidas inhibidores de la ALS, como metsulfuron e imazapir, los índices de resistencia fueron mayores a 16. Esto significa que las plantas de la población resistente, fueron capaces de sobrevivir en al menos un 90% a 8 veces la dosis recomendada de dichos herbicidas.
La resistencia múltiple a glifosato y herbicidas inhibidores de la ALS, exponen un nuevo caso de evolución de resistencia y desafía el manejo de malezas en cultivos de verano.