Para Arturo Navarro, ex presidente de CRA, “el gobierno no considera al agro como una prioridad, subestimando su potencial como motor económico y social”. “Las retenciones son una carga que limita la capacidad productiva del sector. Propuestas como la eliminación gradual en siete años no son viables”, afirmó en declaraciones al programa Agroperfiles Radio.
En su lugar, defendió la eliminación inmediata de estas medidas, argumentando que esto permitiría un salto productivo y ayudaría a equilibrar las finanzas nacionales a través de una mayor producción y no por mayores impuestos.
Además, Navarro criticó la falta de una estrategia clara por parte del gobierno para incluir al sector agropecuario en su plan económico. A pesar de los discursos políticos y la promesa de un sistema bimonetario, no hay soluciones concretas para aliviar la carga fiscal y administrativa que enfrenta el productor.
DESCONEXIÓN ENTRE EL GOBIERNO Y EL SECTOR RURAL
“El campo argentino, aunque crucial para la economía del país, no tiene una representación efectiva ni en el gobierno ni en las principales entidades agropecuarias”, según Navarro. La desconexión entre los productores y sus dirigentes genera un vacío de liderazgo que dificulta la articulación de demandas y propuestas.
A ello, consideró que “las entidades agropecuarias trabajan de manera individual, sin capacidad de lobby ni unidad frente al gobierno. Esta fragmentación ha debilitado al sector frente a un gobierno que no prioriza sus necesidades”.
Además, criticó que muchas entidades representan más los intereses de sus dirigentes que los de los productores, dejando a estos últimos sin una voz real en los espacios de decisión.
Por otro lado, señaló que “los productores comenzaron a organizarse de manera independiente, utilizando redes sociales como X (ex Twitter) para expresar sus reclamos”. Sin embargo, resaltó que “esta estrategia informal no puede reemplazar la necesidad de una dirigencia fuerte y coordinada que impulse los cambios estructurales necesarios para el desarrollo del sector”.
EJEMPLOS INTERNACIONALES
Navarro también comparó la situación del agro argentino con la de otros países de la región, como Paraguay, donde las exportaciones de carne aumentaron significativamente gracias a una política proactiva. En contraste, “Argentina no aprovecha todo su potencial, a pesar de contar con recursos y capacidad” lamentó.
Y destacó la importancia de adoptar tecnología e innovación en el campo, desde la inteligencia artificial hasta sistemas de comunicación modernos. “Hoy en día, los productores tienen acceso inmediato a información global, pero este recurso no ha sido capitalizado por las entidades ni por el gobierno para generar transformaciones profundas” dijo.
Por ello, aseguró que el modelo de gestión actual de la agroindustria requiere cambios urgentes. Y mencionó algunas iniciativas como la creación de fondos para políticas de riesgo agrícola o el incentivo al uso de fertilizantes, pero lamentó que “estas ideas no se implementen debido a la desconexión entre las necesidades reales del sector y las acciones gubernamentales”.
UN FUTURO INCIERTO CON POSIBILIDADES DE CAMBIO
La situación actual del campo argentino refleja una combinación de problemas históricos y nuevas oportunidades. Navarro expresó su preocupación por el futuro del sector si no se toman medidas inmediatas para reactivar el tejido social y productivo. Sin embargo, también destacó que el campo tiene un potencial inmenso que podría ser aprovechado con el apoyo adecuado.
“La clave está en la unidad y la articulación de estrategias claras por parte de los dirigentes y los productores. Es necesario un liderazgo que comprenda las necesidades del sector y pueda presentar propuestas concretas al gobierno, así como aprovechar la tecnología y las mejores prácticas internacionales para mejorar la competitividad del agro argentino” aseguró Navarro.
Por ello, remarcó que en un país con tanta riqueza natural y humana, “el sector agropecuario podría ser el motor del desarrollo económico y social. Pero para lograrlo, es fundamental superar la fragmentación interna y la falta de apoyo gubernamental. Es momento de transformar las potencialidades en realidades”, finalizó Arturo Navarro.