“Si se afianza la cosecha sudamericana los precios continuarán su rally descendente, aumentando las posibilidades de quebranto para los productores argentinos”, dice un informe del RIA –Reporte Institucional Agropecuario—acerca de la tendencia a la baja de los precios de la soja.
Señala el reporte de los consultores privados nucleados en el RIA que diversos medios destacados del país han tomado este tema, haciendo hincapié en cómo los dos principales productores globales de la oleaginosa instrumentaron e instrumentan medidas para sostener la competitividad de sus complejos oleaginosos.
En concreto la producción de soja aumentaría esta campaña 2024/25 en 30 millones de toneladas (Mt), y frente a la imposibilidad de la demanda de absorber este incremento, el USDA estima que los stocks se incrementarán en 20 Mt.
ESPERANDO A TRUMP
Un punto relevante es qué actitud tomará la administración Trump respecto de la política de combustibles renovables. En concreto ya hay pedidos a nivel legislativo para que la nueva administración suspenda la importación de aceite usado de cocina (UCO) con el objeto de favorecer el uso de aceite de soja y colza, y de esa manera sostener el tejido agrícola en el Midwest.
Si bien no resultaría fácil reemplazar inmediatamente el UCO importado por aceites vegetales de producción doméstica, una definición de la Administración Trump en ese sentido impulsaría nuevas inversiones en crushing cuyo resultado final serían mayores saldos exportables de harina de soja.
PASE NEGATIVO
Tanto los valores FOB oficiales como los privados para la nueva campaña, así como el valor en el mercado a Término local marcan un pase negativo de entre 8 y 10% entre la soja disponible y la nueva cosecha.
Como ejercicio teórico si se valúa la próxima cosecha 2024/25 con los precios vigentes, contra los precios esperados de la 2023/24 a la misma fecha de 2023, para un mismo volumen (52 Mt) el producto bruto marca una pérdida de unos US$4.700 millones. Si se toman los productos exportables la pérdida de ingresos para el país y la cadena rondaría los US$2.500 millones.
EFECTO NEGATIVO EN ARGENTINA
En definitiva, para la Argentina un escenario negativo sería una gran producción sudamericana que empuje precios a la baja, con una demanda débil y la decisión de la administración Trump de empujar el uso de aceites vegetales para la elaboración de biocombustibles.