NO DESPEGA LA DEMANDA EN LA INDUSTRIA TEXTIL

Pese a que se fueron liberando algunas actividades del sector industrial y comercial en varias provincias argentinas, el efecto pandemia sigue golpeando a la industria textil. En este marco, la actividad de la industria indumentaria sigue con complicaciones, según el último informe del mes de julio de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria –CIAI. .

La mayoría de los indicadores de la Indumentaria Argentina reflejan la gravedad del desplome que atraviesa el sector desde la llegada del COVID-19 a nuestro país.

En mayo, la producción de ropa cayó 68,6% interanual debido no sólo al cierre obligatorio de las fábricas por la cuarentena (mayormente concentrado en el Gran Buenos Aires –GBA, en adelante-) sino también a la cancelación de pedidos del eslabón comercial.

Esta última se asocia también al derrumbe de la demanda de ropa, que en abril cayó 99% en shoppings (por el cierre físico) y 40% en supermercados.

La concentración de la enfermedad en el GBA (y el consecuente mantenimiento de la cuarentena) hizo que las ventas de ropa de los comercios minoristas se reduzcan 72% interanual durante junio, mientras en el resto del país (que pudo relajar el aislamiento), la caída se ubicó en 23%, según CAME.

PRECIOS DE LA FIBRA NO DESPEGAN

En el sector desmotador, los empresarios consultados por Agroperfiles coinciden en señalar que los precios por la fibra que hoy se ofrecen son una directa respuesta a la escasa demanda.

Los precios de la fibra según la cotización orientativa de la Cámara Algodonera Argentina de esta semana, ofrece 78 pesos para el grado C1/2 y 75 pesos para el Grado D. Para el grado D ½ se paga 68 pesos el kilo, 51 pesos para el grado E y 45 pesos para el Grado F, siempre por cada kilo puesto en Buenos Aires.

“Sigue el efecto pandemia, Para que suban los precios debería no solo liberarse la actividad comercial e industrial, sino que la demanda debería aumentar”, señalaron.

Los textiles señalan que “el panorama para todo el complejo textil en especial es complicado, y todos los Shoppings, peatonales, ferias y zonas comerciales que estuvieron cerradas y en síntesis se puede decir que hablamos de una temporada perdida”, indicaron.

EL IMPACTO EN LA DEMANDA

En simultáneo, la pandemia impacta en la demanda, al incrementar la incertidumbre de los consumidores, reducir sus ingresos y anular las actividades sociales (de suma importancia para algunos sub-rubros del sector). En definitiva, las dramáticas consecuencias sobre la oferta y la demanda del mercado de indumentaria amenazan la supervivencia del sector, cuya principal virtud es la generación masiva de puestos de trabajo.

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