En diálogo con Agroperfiles Radio, el corredor de cereales y oleaginosas Ariel Ojeda se refirió al actual escenario del campo argentino tras la vuelta a las alícuotas previas en retenciones. Con un contexto internacional inestable y un mercado interno frío, Ojeda hizo foco en cómo impactó esta medida entre los productores.
“Hasta último momento, muchos creyeron que la vuelta a las alícuotas anteriores no se iba a concretar”, expresó. Sin embargo, una vez confirmado el cambio, se registró una fuerte liquidación de soja, alcanzando cifras récord.

El analista explicó que si bien hubo un intento por aprovechar el último día de reducción de retenciones, la respuesta del mercado no fue suficiente: “El 30 de junio el dólar soja llegó a 1200, pero los productores no pudieron vender por encima de ese valor. Y ahora que el dólar sube, ya rigen las retenciones altas”, lamentó.
Ojeda definió el inicio de julio como “un mes frío, tanto en clima como en el mercado”, y aseguró que los negocios están prácticamente paralizados, con una actividad casi nula después del lunes 30.
Una pésima campaña de soja
En relación a los cultivos, explicó que la campaña de soja fue una de las peores que se recuerde, y que muchos productores se quedaron sin stock tras cumplir sus compromisos. En paralelo, la cosecha de maíz también enfrenta complicaciones, lo que genera preocupación en todo el sector.
No obstante, aún hay cierta esperanza en algunos cultivos: “El trigo se mantiene con una retención reducida del 9,5%, lo cual nos beneficia a nivel chaqueño. Y el girasol, aunque volvió al 7% de retención, no se ve tan afectado”, comentó.
Destacó que el panorama local muestra claramente las dos caras de la moneda: por un lado, campañas difíciles y mercados paralizados; por otro, la expectativa puesta en el trigo y el girasol como alternativas con mejores perspectivas.
El panorama internacional
En cuanto al panorama internacional, Ariel Ojeda analizó los factores que actualmente están incidiendo en la formación de precios y en el comportamiento de los mercados globales. Señaló que la situación es sumamente dinámica y que, lejos de tratarse solo de una cuestión de oferta y demanda, existen múltiples elementos que influyen de manera directa en la evolución de los precios.
“Todos los días hay cosas distintas”, explicó. “La semana pasada la guerra volvió a ocupar un lugar central, pero esta semana el foco estuvo en el clima favorable que se está registrando para la soja y el maíz, especialmente en Estados Unidos”.
Ojeda indicó que el maíz es actualmente el cultivo que más atención genera, dado que se ha convertido en un producto con alta demanda global. “Estados Unidos hizo una apuesta muy fuerte, con una siembra impresionante, buscando llegar a los 400 millones de toneladas. No había problemas de aranceles ni de distribución por la guerra, y el stock mundial era bajo. A eso se suma la cosecha de Brasil, que arranca con 123 millones de toneladas. Todo esto empuja a la baja los precios del maíz, que venía con valores muy altos”.
Respecto al trigo, señaló que, aunque hubo problemas climáticos en regiones como China, Rusia, la Unión Europea e incluso en las planicies de Estados Unidos, en las últimas semanas el clima mejoró. Esto también genera una tendencia bajista en el mercado.
“La soja acompaña lo que pasa con el maíz. El cultivo se está desarrollando bien en Estados Unidos, pero hay una gran incógnita con China, que por ahora está ausente como compradora”, advirtió. En ese sentido, mencionó que una nueva disposición del Congreso estadounidense, que promueve el uso de aceite de soja para biodiésel, podría darle un empuje alcista al mercado, aunque aún no es suficiente para compensar la ausencia del principal importador mundial de soja.
La baja de precios de algunos commodities
“El mercado viene bajando en casi todos los productos, salvo en el aceite de soja, que tuvo un leve repunte. Ayer subió todo el complejo sojero, pero hoy volvió a abrir más tranquilo”, comentó.
Ojeda reflexionó sobre la complejidad de los mercados actuales. “Me acuerdo que hace veinte años, cuando fuimos a la Bolsa de Rosario, nos preguntaron qué era el mercado. Dijimos: oferta y demanda. Pero no es así. Hoy los mercados se mueven por factores políticos, sociales, impositivos, climáticos, bélicos. Todo influye. La semana pasada fue la guerra, esta semana es el buen clima. Veremos la próxima. Mañana es feriado en Estados Unidos por el 4 de julio, así que el lunes veremos con qué nos sorprende el mercado”.