La yaguareté “Nalá” ya pasea, libre, en El Impenetrable chaqueño
“Liberar a Nalá es ratificar el compromiso de que podamos acompañar realmente a nuestros a nuestros bosques a nuestra fauna, nuestra flora, para que realmente esto se pueda sostener en el tiempo y lo podamos mostrar como un paso importante hacia lo que queremos en nuestra provincia y en El Impenetrable chaqueño”, dijo a la prensa el gobernador de Chaco, Leandro Zdero, quien junto al presidente del Instituto de Turismo, Verónica Mazzaroli, a la Fundación Rewilding y a Martín Larsen, del Parque Nacional acompañó la liberación de “Nalá”, la hembra de yaguareté, que se da gracias al trabajo hecho por Rewilding.
La yaguareté (Panthera onca) Nalá fue liberada en el Parque Nacional El Impenetrable tras un trabajo en conjunto entre la Administración de Parques Nacionales (APN), la Fundación Rewilding Argentina (FRA) y la Provincia del Chaco.
Zdero destacó el compromiso, la responsabilidad y el “trabajo impecable” que se hace desde la fundación y la articulación con la Dirección de Parques Nacionales y la Provincia celebró la coordinación de “todos juntos” por la “posibilidad de un Chaco sustentable y de que la gente que pueda venir a visitar nuestro Impenetrable, sienta lo que nosotros sentimos por él”.
Hay mucha valoración en esto y el compromiso de la provincia de seguir acompañándolo, aseguró.
Cabe recordar que en septiembre de 2019 se detectaron por primera vez huellas de un yaguareté en el Parque Nacional El Impenetrable, provincia de Chaco. Con la instalación de 14 cámaras trampas en ese entonces se detectó que era un macho bautizado después como Qaramta.
Un proyecto aprobado en junio de 2020 permitió realizar el apareamiento con Tania, una yaguareté proveniente de cautiverio. El objetivo fue comenzar a generar una población sustentable en el Parque Nacional El Impenetrable a partir de uno de los últimos ejemplares que habitan la región chaqueña argentina.
Como crías nacieron Takajay y Nalá (esta última recientemente liberada), que fueron separados de su madre para que terminen de independizarse. Desde sus primeros días, crecieron con la mínima intervención humana posible, aprendiendo de su madre las habilidades de caza.