Por Guilherme Bastos (*)

Las políticas públicas necesariamente necesitarán someterse a revisiones y evaluaciones constantes para acompañar el dinamismo del sector.

La Ley de Política Agrícola Ley nº 8.171/1991) fue un hito importante para el sector agrícola brasileño. Estableció principios fundamentales, como el uso racional de los recursos naturales, la función social y económica de la propiedad rural y la necesidad de que la agricultura proporcione una rentabilidad compatible con otros sectores de la economía.

La ley prevé varios instrumentos de política agrícola, incluidos el crédito rural, el seguro rural, la política de garantía de precio mínimo, la investigación y la asistencia técnica, el cooperativismo y la electrificación y el riego rurales.

LA TRANSFORMACION DEL AGRO

En 33 años, el sector agrícola brasileño se ha transformado. La superficie plantada de cereales en Brasil fue de 36 millones de hectáreas y aumentó a 77,5 millones, según datos de la Conab de mayo de 2023. Las proyecciones indican que la superficie de cereales debería expandirse aún más, alcanzando 92,3 millones de hectáreas en 2032/2033.

La producción agrícola brasileña también ha experimentado un crecimiento notable. En 1991, la producción total de cereales fue de unos 60 millones de toneladas. En 2023, esta cifra alcanzó un récord de 320 millones de toneladas.

EXPORTACIONES A CHINA POR 104 MIL MILLONES DE U$D

Las exportaciones totales de Brasil a China aumentaron de 226 millones de dólares en 1991 a aproximadamente 104 mil millones de dólares en 2023 (de los cuales el 60% provino de la agroindustria). La soja y la carne vacuna son los principales productos exportados al país asiático, destacando la importancia de China como mercado estratégico para la agricultura brasileña.

Frente a este extraordinario crecimiento, el modelo brasileño de crédito rural con intereses subsidiados muestra signos de agotamiento, con una demanda del sector que supera en tres veces los recursos puestos a disposición.

POSIBLE AUMENTO DE TASAS DE INTERES

Las complejas negociaciones interministeriales y con el Banco Central para liberar fondos resultan en retrasos, como se vio en la Cosecha 2024/2025. La posibilidad de un aumento de las tasas de interés añade incertidumbre sobre el impacto en el presupuesto federal.

Anualmente, los gastos obligatorios restringen el financiamiento de las políticas públicas, complicando la distribución de recursos para los diferentes programas agrícolas. Si bien el sector busca estabilidad y continuidad presupuestaria, el desafío persiste debido a la cantidad limitada de recursos.

LA FINANCIACION PRIVADA, LA SOLUCION

Fomentar un entorno propicio para la financiación privada surge como una solución a la escasez de recursos. El crecimiento de títulos como CPR y productos Agro (CRA, LCA, CDCA, CDAWA) y Fiagro sugiere que las medidas para hacer más atractivo el entorno han dado resultados, ofreciendo al sector agrícola alternativas ante el rápido agotamiento de los fondos. del Plan Safra, que no siempre son accesibles cuando y donde los necesitan los productores.

El desafío para el mercado de capitales radica en la capacidad de adaptarse a las necesidades del sector en contextos de altas tasas de interés y en la búsqueda de productores con adecuada formalización legal y gobernanza básica, evitando así comisiones finales excesivas en los créditos.

Además, las condiciones financieras del sector a menudo se ven afectadas por factores adversos, como condiciones climáticas adversas, fluctuaciones en los precios de los productos básicos y de los insumos, así como crisis económicas, lo que lleva a renegociaciones constantes para evitar incumplimientos y mitigar una crisis ampliada en el sector.

ACTUALIZAR EL MODELO ACTUAL

Es necesario actualizar el modelo actual. El sistema adoptado por Estados Unidos, a pesar del alto costo presupuestario, incluye programas de seguro rural más completos, ofreciendo opciones variadas como seguros de protección de ingresos y subsidios otorgados directamente a los agricultores, en lugar de a través de entidades financieras.

Esta forma de subsidio directo favorece una distribución de recursos más efectivamente alineada con las políticas públicas, ayudando a incentivar la agricultura familiar y prácticas de cultivo con menor impacto ambiental.

El seguro rural integral es crucial para la estabilidad y el éxito del sector agrícola brasileño, dada la influencia del clima y los riesgos de mercado.

Sin embargo, para ampliar la participación del sector privado y aumentar la oferta de seguros y su cobertura geográfica, es necesario eliminar barreras estructurales.

EL SEGURO RURAL

Apuntar a la universalización del seguro rural con menos dependencia del modelo de financiamiento actual, basado en subsidios a las tasas de interés, podría reducir la exposición del gobierno a las renegociaciones de deuda y brindar más seguridad al mercado de capitales.

El sector agrícola brasileño está en constante transformación. Todavía hay un enorme margen para aumentar la productividad, la competitividad y la expansión. Las políticas públicas necesariamente necesitarán ser revisadas y evaluadas constantemente para mantenerse al día con este dinámico sector.

(*) Guilherme Bastos , ingeniero agrónomo con maestría en Economía Agrícola, es coordinador de FGV Agro. Publicado en AgFeed