LA MUERTE DE UNA NIÑA QUE HABRIA CONSUMIDO UNA MANDARINA CONTAMINADA REABRE EL DEBATE DE LOS AGROTOXICOS

La niña, de 12 años de edad, había tomado una mandarina de una planta para comer, pero pronto comenzó a sentirse mal. El caso ocurrió en la localidad de Mburucuyá, a 148 kilometros de la capital de Corrientes, y reabre el debate por los agrotóxicos y por la falta de cumplimiento efectivo de las leyes en vigencia.

La información señala que una niña de 12 años murió en la localidad correntina de Mburucuyá tras comer mandarinas sacadas directamente de los árboles en una quinta de producción y las autoridades investigan si las frutas estaban contaminadas con pesticidas.

La reconstrucción policial del caso indicaba este domingo que el deceso se produjo en la tarde del sábado cuando la menor era trasladada por familiares a un hospital de esa región del centro oeste de la provincia litoraleña.

El caso generó conmoción en Mburucuyá, una localidad de 8.000 habitantes ubicada a 148 kilómetros de la capital provincial, en una región en la que el fuerte de la producción pasa por la actividad citrícola.

Las primera averiguaciones de la Policía correntina reportaban que la víctima y su hermano -también menor de edad- ingresaron a un quinta en la que hay una plantación de mandarinas para poder comer las frutas frescas, directamente sacada de los árboles de producción.

Los chicos arrancaron algunas mandarinas y comenzaron a comerlas mientras se retiraban del lugar, pero minutos después empezaron a sentir mareos y la menor terminó descompensándose sin poder de reacción.

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