La falta de lluvias desencadena una “bomba de relojería agronómica” para la ganadería en Brasil
Las condiciones de los pastos, empeoradas por la sequía extrema, podrían afectar el suministro de animales al mercado en los próximos meses si las lluvias tardan en regresar. Los incendios, por ahora, no afectan las negociaciones, dice el portal brasileño AgFeed mediante un informe de Romualdo Venáncio.
El incendio que se ha extendido rápidamente por todo el país también ha quemado varias zonas de pastos. Según MapBiomas, entre enero y agosto los incendios consumieron 2,4 millones de hectáreas de pastos, lo que representa más del 21% del área total afectada 11,4 millones de hectáreas). Si bien hay un impacto directo en la producción ganadera, este complicado escenario no interfirió en el mercado ganadero, como se esperaba.
Según el analista Alcides Torres, de Scot Consultoria, al perder superficie de pasto, lo que consecuentemente reduce la disponibilidad de alimento para el rebaño, sería natural que los ganaderos pusieran más cabezas de ganado a disposición de los mataderos.
“De esa manera, los precios bajarían. Pero eso no fue lo que pasó. El mercado funciona independientemente de esta condición”, afirmó el experto.
Las propias cotizaciones de Scot Consultoria indican un aumento en los precios de la mayoría de los mercados de ganado vivo. En Barretos y Araçatuba, dos referencias en el mercado de ganado vivo en el estado de São Paulo, el precio de una arroba pasó de R$ 250,01 a R$ 251,45, entre los días 16 y 17 de este mes.
Esto no significa que el escenario no pueda cambiar, ya que varios factores influyen en el mercado. Incluyendo el impacto del fuego en la recuperación de pastos.
Con un menor almacenamiento de agua y la reducción de nutrientes en el suelo, este proceso puede retrasarse aproximadamente dos meses, lo cual es suficiente para un ciclo de producción de ganado vacuno.
El rumbo que siga el sector a partir de ahora dependerá del volumen de lluvia que pueda llegar o no en las próximas semanas.
Para Alcides Torres, este estado de los pastos representa una “bomba de relojería” desde el punto de vista agronómico -e, indirectamente, también desde el punto de vista zootécnico- si no llueve hasta finales de septiembre o principios de octubre, como suele pasar.
Cualquier retraso adicional en las lluvias perjudicará el desarrollo botánico del pasto, cuya disponibilidad es un factor determinante en el suministro de ganado al mercado.
CUESTIÓN DE CICLOS
Si por un lado la llegada de las lluvias supone un alivio para la ganadería, por otro también puede suponer una preocupación. El período actual es el de temporada baja del pasto, y el exceso de humedad puede provocar la pudrición de la paja, donde se espera el rebrote y recuperación del pasto. Este ciclo, que se repite año tras año, exige una correcta gestión para evitar pérdidas.
Otro ciclo ganadero más extensivo que está definido por las estrategias empresariales y que incide en las perspectivas del sector: el suministro de matrices para sacrificio. Esta es la opción de muchos ganaderos cuando el precio de los terneros es bajo y necesitan ahorrar dinero.
Inmediatamente, la respuesta es positiva: garantiza la entrada de dinero en la granja y un aumento de escala en la industria. A mediano y largo plazo genera una preocupante reacción en cadena: al haber menos ganaderos, cae la producción ganadera, la disponibilidad de animales en el mercado y la oferta de carne vacuna, tanto para el mercado nacional como para la exportación.
Según Alcides Torres, la situación está cambiando en estos momentos. “Estamos pasando del ciclo bajista al ciclo alcista, lo que debería ocurrir en la segunda mitad del próximo año”, dijo.
Según el balance de Visão Agro de Itaú BBA, después de tres años consecutivos de sacrificio de cerdas, en 2025 debería haber una descompresión de los márgenes, principalmente para el segmento de cría. Es decir, el movimiento a la baja del precio de los terneros, que alcanzó el 14% en el primer semestre de este año, tiende a cambiar de aquí a finales de 2024.
La situación también ofrece oportunidades para los ganaderos, que pueden aprovechar el momento de la sustitución barata y garantizar un producto final que dará mejores resultados cuando los precios suban. Quienes están acostumbrados a negociar coberturas aumentan sus posibilidades de rentabilidad, ya que los futuros alcistas se valoran.
ITAU ESTIMA CRECIMIENTO DE LA CARNE VACUNA
Itaú BBA estima que la producción formal de carne vacuna crecerá un 15% este año, en comparación con 2023, superando la marca de los 10 millones de toneladas. Las exportaciones, según el banco, deberían aumentar un 20% y alcanzar los 3,4 millones de toneladas. Y el consumo interno podría aumentar alrededor de un 13%, hasta alcanzar los 32 kg/persona, un récord alcanzado en 2013.
Todo ello depende de la influencia de las condiciones climáticas y de la incidencia de los incendios. La llegada de lluvia en la cantidad adecuada para reducir el impacto de los incendios y asegurar la recuperación de los pastos es fundamental para transformar las estimaciones en realidad.
MÁS PREVENCIÓN
Si bien el sector ganadero cuenta con varias herramientas para afrontar los problemas de comercialización, aún es necesario ampliar la gama de soluciones para afrontar los impactos de los incendios. Con la llegada del cambio climático, estos sucesos se han vuelto más frecuentes. También se ven agravados por los incendios accidentales y criminales, que, incluso cuando se resuelven, dejan una estela de daños económicos, ambientales y sociales.
La disponibilidad de material combustible en el campo, ya sea en pastos o en cultivos como caña de azúcar y maíz, que dejan mucha paja residual, requiere un seguimiento más intenso y permanente. Las actuaciones de lucha y prevención de incendios, imprescindibles durante los periodos secos, deben mantenerse durante todo el año, incluso para mejorar la gestión del fuego.
“Cada planta tiene un cuerpo contra incendios, al igual que los aeropuertos, y estos equipos trabajan todo el año”, dijo Alcides Torres. Para el analista escocés, los representantes del sector ganadero también deben acercarse a las agencias medioambientales para abordar mejor el uso de cortafuegos y prácticas de prevención de incendios para contener la propagación de los incendios.