La Argentina que produce y la Argentina sin trabajo
Es hasta obsceno que haya tanta desocupación en un país con tanto potencial productivo. Jamás puede faltar el pan en un país con tantas actividades productivas.
En medio de estas contradicciones increíbles, la Argentina transita un difícil momento que a decir verdad, parece ser sistemático: Hay mucha producción, pero hay poco empleo. Y agrega un dato increíblemente injusto: Aumenta el gasto público. ¿Y quién lo paga?. El que produce.
¿Y para qué toman medidas de este tipo?. Sencillo: al haber menos trabajo y empleo, los “planes sociales” se ponen a la orden del día, y son más fáciles para manipularlos a la hora de votar.
El sector del campo -hombres y mujeres sin distinción, como las notas que vemos en este portal– sigue siendo dinamizador de la economía. El campo no para, no deja de poner la semilla, no deja de invertir en cada una de las actividades primarias, y sigue produciendo materia prima.
Cada mañana es un motivo de alegría para aquel que se sube a la chata, y va a campo o al monte, o aquel que se sube al tractor y sabe que le espera un largo día. Afuera, puede hacer frio, calor, no importa. Hay que seguir para adelante.
Esa es la vida del privado. En el sector público, y en la política particularmente, la foto es otra y, ya ni hace decirlo, viven una realidad diferente donde toman lo que no sembraron, y consumen lo que no produjeron. Y para sostener eso, aplican más impuestos. Y hay algunos casos, como la provincia del Chaco, donde se decretó asueto para todo el sector público. Una nueva cachetada al privado.
Según el Banco Mundial, “la Argentina tiene un 7,2% del PIB en ineficiencia en el gasto público”, el más alto de la región, donde al menos 4 puntos se “fugan por las transferencias” (el recorrido del dinero para llegar a destino), al menos 2 puntos del PIB en “contratos inflados” y alrededor de un punto del producto en lo que se denomina “masa salarial ineficiente”, esto es, cuando el sector público paga más en algunos sectores que en el sector privado.
Pero en esta jornada, el campo sigue firme, sigue trabajando, pero –atención políticos—ya tiene opinión propia el campo. Cuidado. Hay que respetarlo. El sector productivo primario no solo se ocupa de generar recursos sino que comienza a pensar que debe participar activamente en la vida diaria de este país.
(De la Redacción de Agroperfiles)