Hugo Rohrmann: “Hay un escenario incierto para los cultivos”
El especialista en temas hídricos Hugo Rorhmann, consideró en diálogo con Agroperfiles que “hay un escenario incierto para los cultivos en la región chaqueña”, por lo que plantea una necesaria “revisión de planes” a la hora de tomar decisiones, algunas ya sobre la marcha.
Tras los últimos registros climáticos de la región, crece la preocupación en la comunidad agrícola sobre el fenómeno de La Niña y su posible impacto en la próxima campaña de cultivos 2024-2025.
El ingeniero Hugo Rorhmann señaló que, aunque se había anticipado la llegada de La Niña, aún existen muchas incógnitas sobre su desarrollo y efectos concretos en la región.
El especialista en temas hídricos, docente universitario y ex miembro de la Administración Provincial del Agua, explicó que La Niña, caracterizada por el enfriamiento de las aguas en el Pacífico ecuatorial, suele estar asociada con menores precipitaciones en diversas partes del mundo, incluyendo la Cuenca del Plata, que abarca una parte importante de la producción agrícola de Argentina.
Sin embargo, destacó que este fenómeno aún no se ha manifestado claramente, lo que abre un panorama de incertidumbre.
Hugo Rohrmann, especialista en temas hídricos, habló con Agroperfiles sobre lo difícil que resulta pronosticar para esta región del país.
“Según un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, existe la posibilidad de un desplazamiento en los patrones climáticos, lo que podría alterar las expectativas de un fuerte impacto de La Niña” dijo Rohrmann.
Y agregó que “este informe sugiere un corrimiento en los tiempos de los valores más bajos de enfriamiento en el Pacífico, lo que podría modificar el escenario previsto para los cultivos, especialmente en lo que respecta al maíz temprano y la soja de primera en Argentina”.
“LA NIÑA” DE DEBIL A NEUTRAL
Rohrmann acotó además que, aunque se esperaba que La Niña comenzara a afectar las precipitaciones, los modelos climáticos más recientes indican una probabilidad de que este fenómeno sea más débil de lo inicialmente proyectado, o incluso que se mantenga en una condición neutral.
“Esta situación podría ser beneficiosa para el noreste argentino, donde un retraso en la manifestación de La Niña podría mitigar los efectos negativos sobre las lluvias primaverales y, por ende, sobre los cultivos de la región” manifestó.
Asimismo, mencionó que la demora en el inicio de La Niña podría tener un impacto menor durante el verano, lo que sería una buena noticia para los productores. Sin embargo, advirtió que “es crucial esperar la perspectiva climática trimestral de septiembre a noviembre para tener una idea más clara de cómo se podría desarrollar la situación y qué regiones podrían verse más afectadas”.
LO QUE DEJO EL NIÑO EN 1997
Rohrmann trajo a colación la experiencia del fenómeno de El Niño en 1997, que, aunque fue anunciado con antelación, no mostró sus efectos más fuertes hasta un año después, causando inundaciones significativas en 1998.
“Esta referencia histórica subraya la complejidad de los fenómenos climáticos y la dificultad de predecir con exactitud su impacto en el corto plazo” remarcó el ingeniero Rohrmann.
Finalmente, hizo hincapié en la dificultad de realizar pronósticos precisos en la región, debido a su naturaleza climática de transición entre lo templado y lo subtropical. “Esta complejidad añade un grado de incertidumbre adicional para los productores, quienes deben tomar decisiones críticas sobre sus cultivos sin contar con pronósticos meteorológicos definitivos” finalizó Hugo Rohrmann.