Grúas San Blas apuesta fuerte en maquinarias para el algodón

El algodón es uno de los cultivos que mayor demanda de servicios tiene, desde mano de obra  a la utilización de las variadas tecnologías como maquinarias y herramientas, sobre todo en momentos en que el textil va ganando terreno y se va consolidando como cultivo regional.

Esto no pasó desapercibido para Grúas San Blas, una compañía de capital nacional con más de 42 años de actividad en el mercado y representante de marcas líderes a nivel mundial.

“Cuando el sector cierra una buena campaña, productores e industriales invierten en modernizar sus instalaciones, adquirir maquinaria y capacitar a su personal”, señala Ariel Demichele, gerente del NEA de Grúas San Blas, con más de 9 años acompañando al sector algodonero con la provisión de equipos.

MANIPULADORES TELESCOPICOS

La mecanización llegó al sector algodonero hace unos 15 años, cuando se comenzaron a utilizar sembradoras especialmente diseñadas para este cultivo, y cosechadoras que levantan las cápsulas de las plantas y que van depositando los rollos con el material cosechado a medida que avanzan en su labor.

Allí interviene otro aliado fundamental de este sector: los manipuladores telescópicos Manitou MLT-X 732. “Son equipos que tienen diversas aplicaciones agrícolas”, destaca Demichele, “tienen doble tracción y están equipados con caja de cambios de 4 velocidades, lo que proporciona un buen rango de opciones de velocidad para un rendimiento óptimo según su aplicación específica.

El número de modelo indica que su pluma puede alcanzar 7 metros de largo, y que puede cargar 3200 kg con la pluma retraída”.

Los manipuladores tienen un aditamento que pincha los rollos cosechados y los acomoda en los camiones de 25 metros de largo que los trasladarán a las desmotadoras.

Cada rollo pesa alrededor de 3.000 kilos, de los cuales un 33% es fibra y el resto es descarte. Al llegar a las industrias, los espera otro manipulador Manitou que lo traslada a las máquinas desmotadoras, que hacen su proceso y entregan las fibras en compactos fardos de 250 kilos.

Con una maniobra sencilla y de acople rápido, se cambia el aditamento del manipulador y se coloca un clan algodonero, que son dos pinzas que abarcan hasta 8 fardos de 250 kg. Esto permite el traslado de los fardos en forma segura hasta los depósitos o el transporte que se encuentre en el predio.

“NOS SENTIMS PARTE DEL SECTOR”

“Con tantos años de acompañamiento al sector, nos sentimos parte de él. Es un cultivo que tiene gran compromiso social, promueve el arraigo en la región y es tradicional, pero a la vez con una mentalidad muy moderna, siempre buscando mejorar los rendimientos y la calidad. En los últimos años, hemos visto cómo las industrias han invertido en accesos, en infraestructura, en máquinas para diversas tareas”, subraya Demichele, “y nuestros manipuladores brindan servicios todo el año, porque al terminar la campaña de algodón, son utilizados en otras áreas gracias a la posibilidad de cambiar los accesorios y darles otros usos, como plumines, grúas, o baldes cerealeros”.

UNA ACTIVIDAD QUE OCUPA 26.000 PUESTOS

Con más de 7.600 productores, el algodón es una economía regional que ocupa casi 26.000 empleos directos. En Santiago del Estero hay 46% de sus hectáreas sembradas de algodón, le siguen Chaco, con 200.000 hectáreas, Santa Fe y Formosa. Este año, a los buenos rindes se le suman los buenos valores en la fibra en el mercado internacional, que se ubican en U$$1,35 +IVA por kilo.

SERVICIO DE POS VENTA

Desde Grúas San Blas, se destaca la importancia de la cercanía para el servicio de postventa. Durante 2020, las restricciones de circulación impulsaron el desarrollo de un equipo técnico en el Chaco para la rápida atención de todos los usuarios de sus equipos. “Si el operador los utiliza correctamente y se hacen los mantenimientos preventivos con los repuestos originales y lubricantes correctos, los manipuladores Manitou tienen 20 mil horas de vida útil”, asegura Demichele, con la experiencia de haber colocado más de 70 equipos en la región algodonera.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *