Pese a las dificultades extremas que dejó la campaña de soja, el ánimo comienza a cambiar entre los productores del norte del país gracias a las condiciones óptimas para la siembra de trigo y girasol.
El corredor Ariel Ojeda aseguró en diálogo con Agroperfiles que “las expectativas con el girasol siguen firmes” y que la humedad en los suelos es muy buena en amplias zonas productivas.
“Estuve en el campo la semana pasada midiendo humedad con los clientes. Hay lugares con humedad hasta 1,5 metros. Eso te permite sembrar con confianza. Ya en estos días hubo lluvias, que ya no importa para la soja porque ya estamos jugados, pero es muy buena para el trigo y va a definir la siembra de girasol”, explicó.
“Habrá girasol por todos lados”
Ojeda se mostró optimista: “Se va a sembrar girasol por todos lados, sin dudas. Es impresionante la cantidad de humedad y las condiciones que tenemos. Hicimos un relevamiento con la gente del molino y calculamos que hay unas 200.000 hectáreas de trigo y unas 400.000 de girasol en puerta. El girasol es un cultivo super noble, super fuerte, muy bien hecho”.
La mirada del sector ya está puesta en el segundo semestre: “Estamos pasando este mal momento que es julio, pero en agosto y septiembre con estas siembras vamos a ir arreglando muchos problemas. Y en octubre arranca una provincia nueva: de octubre a febrero con el trigo y el girasol, y después, en verano, se verá cómo sigue la cosa”.
Con un ojo en el cielo y otro en los mercados, los productores chaqueños vuelven a apostar por los cultivos más resistentes y rentables del ciclo. A pesar de las pérdidas recientes, la esperanza en el campo no se rinde.