“El algodón argentino no tiene trabajo infantil, y con el uso de agroquímicos produce un bajo impacto ambiental”

El algodón se afianza y busca, con genética y tecnología, lograr estabilidad en el sistema y la superficie de siembra reclamando el sector “reglas de juego claras” para poder trabajar en satisfacer la demanda del mercado mundial que comienza a exigir  “productos amigables con el ambiente”.

“Las próximas exportaciones implicarán que no se podrá producir un comoditie y nada más, sino que habrá que diferenciarlo con alguna característica como puede ser la trazabilidad, la huella de carbono o una denominación de orígen que permita entrar a los mercados”, advierte Cristian Zorzón, presidente de la Asociación para la promoción del Algodón en Santa Fe en diálogo con el programa Agroperfiles Radio que se emite por FM Universidad Uncaus.

En estudios realizados en el Chaco se determinó que el productor de la zona, con su eficiencia, genera una baja huella de carbono, estando también la Appa trabajando en herramientas que permitan sortear las barreras que a futuro pondrá el comercio mundial de la fibra. “Así como se expone lo de la huella de carbono, también se deberá demostrar que el algodón argentino no tiene trabajo infantil o que con el uso de agroquímicos produce un bajo impacto”, menciona el productor santafesino.

SUSTENTABILIDAD VERSUS REALIDAD

El algodón en el país tiene pendiente la materia de estabilizar su sistema de producción, una acción que no solamente depende de “la forma de trabajar del productor porque el factor económico es una pata muy fuerte que puede sostener o hacer caer la producción algodonera”. “Siempre que uno toma un desafío debe existir el componente redituable”, sintetiza Zorzón.

La estabilidad del sistema es sinónimo de rentabilidad “pero se necesitan además reglas claras a largo plazo para dar la posibilidad al productor de invertir en tecnología o fertilización”.  “Es prioritario tener condiciones o política claras por varios años como para encarar el camino, en el caso del algodón, de la diferenciación por trazabilidad, huella de carbono u otra característica”, indica el presidente de la Appa.

POLÍTICAS A LARGO PLAZO

“La cadena algodonera primero se tendrá que poner de acuerdo para lograr la estabilidad del sistema pero también debe existir un marco macroeconómico que permita enfocarse en lograr los objetivos”, agrega. En las condiciones actuales, los productores entienden que “están pensando únicamente en cómo defenderse de los avatares diarios, sin tiempo para enfocarse en las cuestiones que hacen al sistema productivo”.

En este sentido Cristian Zorzón enfatiza que “no es que el algodonero no quiera involucrarse en trabajar en la estabilidad del sistema, pero hay demasiadas cuestiones antes para ir resolviendo”. “Un cambio en la rotación del cultivo del algodón no lo vas a realizar si no existe estabilidad en la política económica y legal, en consecuencia al momento de proyectar la campaña al productor no le queda otra opción que apostar al cultivo que le otorgue rentabilidad porque otra cosa no se puede hacer”, añade.

MARGINADAS ECONOMÍAS REGIONALES

El dirigente algodonero de Santa Fe, en la comparativa con el resto de las producciones zonales del país, menciona que “todas piden lo mismo: reglas claras, estabilidad legal y económica”. “Todas las cadenas de las economías regionales tienen proyectados esquemas de trazabilidad, apertura de nuevos mercados, conexión con el mundo, para lo que se necesitan políticas estatales que otorguen garantías básicas”, refiere el ingeniero Zorzón. “Si se otorga claridad, todo fluye”, agrega.

“En la producción regional todos quieren lo mismo y se necesitan solamente que garanticen reglas claras en la parte económica y legal como para proyectar varios años hacia delante”, cerró Cristian Zorzón, presidente de la Asociación para la Promoción del Algodón en Santa Fe.

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