COSECHAR Y DESTRUIR RASTROJO, TODO A LA VEZ

En el lote “Tanigo II”, justo en el  límite de Capdevila y Gancedo, el productor Gustavo Szkamarda comenzó con la cosecha de algodón con buenos resultados: Un lote con la variedad Guazuncho 4, lanzada por Gensus y nacida en el INTA Sáenz Peña, “cerró en 3.300 kilos por hectárea y se logró 1.000 kilos de fibra en todo el lote”, dice.

Ahora, en el lote que está cosechando, sembrado con la variedad Noupal RR y DP 1238 BGRR, logró casi 3 toneladas por de algodón en bruto por hectárea.

HACIENDO DOCENCIA

Pero lo que más se destaca en todo esto, es el legado cultural en cuanto a la práctica agrícola que le deja Gustavo a sus hijos, en lo que respecta al cumplimiento de las reglas sanitarias para evitar la propagación del picudo del algodonero: “Cosechamos y vamos pasando la rastra haciendo destrucción de rastrojo”, comentó a Agroperfiles.

El productor cuenta que sus hijos ya están encaminados en la  tarea agrícola y que se consideran “algodoneros”, haciendo hincapié en la nobleza del cultivo.

“Alejandro tiene 14 años, y está atento así va aprendiendo, y concurre al 2° año en la Escuela Agropecuaria y Agustín, de 21 años, es estudiante de Agronomía”, cuenta.

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