El especialista en temas hídricos y ex funcionario de la Administración Provincial del Agua, Hugo Rohrmann, dijo que uno de los factores que complican la previsión climática en la provincia del Chaco es su ubicación geográfica, que la sitúa en una zona de transición entre climas templados y tropicales. “Esta característica se ve exacerbada por el fenómeno de El Niño, que altera significativamente los patrones meteorológicos” indicó.
En una entrevista hecha en el programa Agroperfiles Radio, el especialista dijo que “el Niño se está yendo, ya en lo que es el Pacífico ya terminó y deja una atmósfera inestable que puede causar eventos extremos de precipitación. En la reciente temporada, el sur de Brasil experimentó fuertes lluvias debido a este fenómeno, mientras que Chaco se mantuvo relativamente seco”.
Respecto a las precipitaciones, dijo que “Chaco está entrando en su temporada seca, que abarca de mayo a septiembre. El servicio también está ejemplificando que la lluvia va a estar por debajo de lo normal”, comentó.
Asimismo, agregó que la variabilidad en las precipitaciones “tiene implicaciones directas para los ríos locales, especialmente el Paraná. Desde mitad del año pasado nos dijeron que estaba el Niño, entonces supusimos que iba a llover mucho, los ríos crecían. Pero dejó a las claras que no siempre se da”, lamentó Rorhman, y remarcó que. en este panorama, “el Paraná ha experimentado niveles bajos, lo que ha afectado la navegación y las operaciones portuarias en lugares como Barranqueras”.
EL DESAFÍO DEL RÍO BERMEJO
El río Bermejo, conocido por su alta carga de sedimentos, es un tema recurrente en las discusiones hídricas de la provincia. “El río Bermejo es un río muy estudiado a nivel mundial”, señaló Rorhman, destacando su aporte significativo de sedimentos al Paraná.
A ello, afirmó que “este río, con sus fluctuaciones estacionales, presenta desafíos únicos para la potabilización del agua y la navegación. Las dificultades con el Bermejo no son nuevas.
Su comportamiento errático y la enorme cantidad de sedimentos que transporta complican su aprovechamiento para fines agropecuarios y urbanos”.
“Empieza a llover por noviembre, entonces el Bermejo lleva un poco de agua y genera las crecidas hasta abril. Y a partir de mayo empieza a bajar”, explicó Rorhman.
EL CANAL DE DIOS
El ingeniero Rorhman recordó también los proyectos históricos de gestión hídrica, como “el canal de Dios”, una antigua propuesta para traer agua a Chaco desde Santiago del Estero. “Allá por la última etapa de la dictadura militar, cuando estaba Ruiz Palacio como gobernador, se firmó un convenio con Santiago del Estero para prolongar ese canal”, recordó Rorhman.
Sin embargo, las pérdidas por infiltración y evaporación, junto con la compleja gestión del agua en una región con tantos usos aguas arriba, impidieron que el proyecto se concrete.
DESAFÍOS FUTUROS
Al ser consultado sobre los cambios que plantea el propio clima en la región y los desafíos que ello implica, el ingeniero aseguró que son etapas cambiantes que hay que saber analizarlas. Respecto de la modificación de la distribución de lluvias entre los departamentos Almirante Brown y Comandante Fernández, mencionó que “se produjo en parte debido a la influencia de El Niño, dado que hubo más precipitaciones en el este de Salta y en los departamentos de El Impenetrable, lo que podría explicar la diferencia observada”.
Además, recordó que existen proyectos donde se intentó utilizar el agua del río Bermejo para la agricultura, “pero el volumen de sedimentos resultó ser un problema casi insuperable” dijo Rorhman.
Por último, sobre la idea de construir embalses y diques sobre el Río Bermejo, Rorhman explicó que, “aunque la idea ha sido discutida durante más de un siglo, la enorme cantidad de sedimentos y los desafíos técnicos asociados han impedido su realización. Es decir, si yo cierro y digo, acumulo agua, el río tarda, en el caso de este ejemplo, un año. En una sola crecida lo tapa en sedimento. Y el embalse queda inutilizado”, concluyó.
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