En un operativo conjunto dispuesto por la división rural de la Policía del Chaco, se logró incautar 424 kilogramos de productos cárnicos, listos para ser comercializados pero sin estar aptos para el consumo humano.
Las fuerzas de la sección rural de Sáenz Peña y Avia Terai, realizaron un operativo de control bromatológico en carnicerías de Presidencia Roque Sáenz Peña donde se logró el secuestro de aproximadamente 424 kilogramos de productos cárnicos de cerdo, vacunos, pollos, además de chacinados y menudencias.
En los operativos se contó con la presencia de dos personas del área de bromatología municipal y un médico veterinario, con quienes la policía procedió a realizar control sobre comercio bajo el rubro de carnicería y otros comercios habilitados donde también se expenda sus derivados.
CARNES DE TODO TIPO, PERO EN MAL ESTADO
El primer operativo se hizo en el barro Ex Caesa, donde en local que funciona bajo el rubro carnicería y verdulería, se incautaron 79 kilos de varios cortes que no estaban aptos para el consumo humano.
El segundo operativo, en el barrio MTD, en un local que funciona como vendedor de carne de cerdos, se logró incautar 344 kilos de carne, entre cortes de cerdo, embutidos y chacinados, que no están en aptitud de ser consumidos por los humanos.
Toda la carne decomisada, fue entregada mediante acta, al Complejo Ecológico Municipal, para alimentación de los animales allí alojados.
UN VIEJO RECLAMO ES ESCUCHADO
Los ganaderos de las zonas denominadas roja para el cuatrerismo y el abigeato, vienen reclamando desde hace varios años que los municipios también se involucren en la lucha contra este delito.
Es que, al estar de los hechos que la policía viene trabajando de manera intensa, se advierte que la mayoría de la carne faenada en forma clandestina, es comercializada en el mercado negro, sin la custodia higiénica ni sanitaria, es más, sin la cadena de frío.
Por esta razón, el delito genera un impacto no solo en la economía del productor a quien le faenan los animales vacunos sino también es una advertencia para la salud pública, ya que las carnicerías de los barrios de pueblos y ciudades pueden ser destinatarias de ese tipo de carnes.