Caballos con microchip gratis y la deuda con el ganado vacuno

Se puso en marcha el programa de identificación de equinos rurales que surge de un convenio entre el Senasa-Unica, bajo resolución 705/2022 y los dueños de caballos tendrán tiempo para colocar el micro chip a sus equinos hasta el 31 de diciembre de 2023.

La pregunta del millón es saber por qué si un sistema que puede ser eficiente, no se lo aplica al ganado vacuno. En esta entrevista con Agroperfiles Radio, responde ante la consulta periodística el médico veterinario y ex titular del Senasa, Bernardo Cané.

El ex funcionario es el impulsor de esta idea.  Así, explicó que el programa surgió con una propuesta que le hizo desde las cuatro empresas faenadoras de caballos al Ministerio de Agricultura de la Nación en febrero del año pasado, para lograr una identificación individual electrónica de los equinos declarados y no declarados, a través de la colocación de un chip, donde el tenedor o propietario cuando tenga conectividad, saca una foto del caballo, sube la información del propietario del animal a un sistema de blockchain de protección de datos del SENASA.

ALGO INÉDITO Y EFICÁZ

Esto es inédito en el país, por primera vez las cuatro empresas faenadoras de equinos se han puesto de acuerdo para esto. Permitirá que todos los tenedores de caballos tengan o no RENSPA (Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios que abarca a todas las actividades agrícolas ganaderas y forestales) ya que con los datos ingresados se puede obtener este registro, en cualquier parte del pais.

El programa prevé cubrir el costo del chip y su colocación y según Cané, esto permitirá poder seguir exportando carne de caballo a la Unión Europea, en un marco sanitario adecuado, y así lo han confirmado las inspecciones recibidas en noviembre pasado dado que permite identificación, trazabilidad y control de residuos entre otros factores.

DE 4 MILLONES, SOLO 2 ESTAN DECLARADOS

Argentina tiene en su stock aproximadamente cuatro millones o algo más de caballos, pero solamente hay dos millones declarados, aseguró Bernardo Cané.

“Lo que estamos planteando es dejar ser stock en negro y pasarlo a blanco, que haya identificación individual en todo el rodeo de caballo rural, nada tiene que ver esto con el caballo de carrera, de salto, de jineteadas o de marchas”, aclaró.

El caballo rural en Argentina cumple un rol muy importante en la actividad productiva primaria.

Tiene que tener su identificación porque si le roban, nadie puede mandar un caballo robado al frigorífico porque tiene su documento, sus datos electrónicos identificatorios y por otra parte permitir que exista sanidad, que haya trazabilidad, que haya seguridad alimentaria y que se pueda exportar.

NO ES UNA UTOPIA APLICAR AL GANADO VACUNO

No es una utopía pensar que este sistema se pueda aplicar en la ganadería, dijo Cané. Aseguró que es la deuda que tiene el sector ganadero de Argentina con el presente y el futuro. Hace 20 años que lo venimos hablando, hace veinte años pedimos su implementación. Uruguay lo tiene Chile tiene, Paraguay está encaminado, en Uruguay gracias a que tienen una identificación individual electrónica en vacas y en ovinos están exportando cordero con hueso a Estados Unidos, exportan carne a Japón y exporta corderos con hueso a Estados Unidos porque pueden tener trazabilidad en su ganadería.

POR QUE NO SE IMPLEMENTA EN LA GANADERIA

Hay una cantidad de actores que como en toda crisis se benefician. En este caso hay actores en la producción que crían animales en negro. Pero hay negro también en papeles, porque no se cumple el ciento por ciento en materia sanitaria, y por ejemplo algunos mercados son muy exigentes como el Europeo y Cuota Hilton y podrían no cumplir las exigencias sanitarias por identificación porque puede haber hacienda que debe ser criada a pasto, y pase por feetlot.

Mientras siga la situación como hoy con una marca de fuego que es de la época de la colonia y que siga habiendo más de 320.000 marcas ilegibles ni con un microscopios, seguirá habiendo este revoleo existencial en alimentos y de faena en el sector alimentario.