BUQUES PARAGUAYOS EXCLUIDOS DE LAS CARGAS DE PRODUCTOS ARGENTINOS

El Ministerio de Transporte emitió una resolución por la cual le aplica a Paraguay una política de reciprocidad en materia de cargamentos en la Hidrovía. Esto no afectará la libre navegación, pero a partir de ahora, las cargas de origen nacional solo podrán ser transportadas por la marina mercante de bandera argentina.

Cabe señalar que Paraguay tiene la tercera mayor flota fluvial del mundo, solo superado por Estados Unidos y China.

Las naves paraguayas surcan las aguas de la hidrovía Paraguay-Paraná, una de las arterias de salida al Atlántico para la producción de los países del Mercosur. Es un tramo de 3.442 kilómetros que nace en el puerto de Cáceres, en el sur de Brasil, pasa por la frontera con Bolivia, atraviesa Paraguay y el noreste de Argentina y termina en Nueva Palmira (Uruguay).

Los barcos de bandera uruguaya, brasileña o boliviana o de otras nacionalidades no se verán limitados en el acceso a las cargas argentinas, y los barcos paraguayos podrán solicitar permisos especiales que se concederán solo tras consultarle a la industria naviera nacional si hay disponibilidad para el transporte de dichas cargas, dice La Politica On Line.

Cabe señalar que según informes especializados, con la demanda china de materias primas, el número de embarcaciones que surcan el río aumentó en la década de 2000, un crecimiento que significó un auge para la industria fluvial paraguaya, el país de la región que ofrece las condiciones más atractivas. Las 3.600 barcazas operan hoy bajo la bandera roja, blanca y azul del país sudamericano representan más del 90% de las embarcaciones de la extensa vía de navegación.

CON LA MISMA MONEDA

Roberto Meli, titular de la Dirección Nacional de Política Naviera y Portuaria, explicó a LPO que “Se trata de una medida de reciprocidad en el tratamiento de las cargas en el transporte fluviomaritimo con el Paraguay, defendiendo nuestra bandera, en el uso de las bodegas, nuestros trabajadores y armadores argentinos. Paraguay no respeta lo que acordó en tratados y acuerdos, bilaterales y multilaterales, donde debe nivelar su interés al nuestro, y nosotros luego de insistentes reclamos actuamos en consecuencia. Asimismo se inscribe en una firme decisión de recuperar nuestra soberanía marítima”.

“Desde hace años la República del Paraguay implementa un régimen de reserva de cargas que establece una preferencia en favor de los buques bajo su bandera para transportar la mercadería de exportación o importación desde o hacia ese país, afectando a los buques de bandera argentina y generando una desigualdad de oportunidades en la participación dentro del ámbito del transporte marítimo y fluvial”, explicaron en el equipo de Mario Meoni y calificaron la situación con de “inequidad manifiesta”.

El estado del sector naval es prácticamente “en vías de extinción”, mientras que la flota barcacera paraguaya mueve el 90% de las cargas de la Hidrovía. Con esta medida, lo que se pretende es darle un margen para recuperarse a la industria nacional y dejar de perder terreno en el transporte de cargas frente a la flota extranjera que además de cereales y oleaginosas transporta hidrocarburos. Actualmente, se quejan los armaderos del sector, los impuestos argentinos triplican a los paraguayos.

HABLA GONZALEZ INSFRAN

LPO consultó a Julio González Insfrán, capitán de la Marina Mercante y Secretario General del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y Cabotaje Marítimo, quien explicó que: “”En realidad el acuerdo de transporte de la Hidrovía Paraná-Paraguay se establece que los países miembro deben eliminar las reservas de carga y esto Paraguay no lo cumple. Esta medida es una respuesta para que a partir de ahora las cargas de exportación que van a puertos argentinos o uruguayos no las puedan transportar los armaderos o buques paraguayos. No puedo establecer cuánto volumen de carga se puede recuperar porque no disponemos de relevamientos recientes, pero el país hace tiempo que ha perdido esta posibilidad”.

Para Insfrán la medida va en el sentido correcto porque permite la reactivación de la actividad naviera generando trabajo para los argentinos haciendo uso de la capacidad ociosa disponible: “Hoy las pocas empresas que hay están trabajando por debajo de su capacidad y está claro que poco a poco se va ir recuperando bodega. Lo que quiere decir que van a tener más carga, en especial la que viene del norte para sacar en sus bodegas. Va a haber una real reactivación”.

Cabe recalcar que, frente al temor de los exportadores, la normativa también establece que la aplicación de esta norma no puede redundar en aumentos significativos del costo de los fletes.

Así y todo, González Insfrán advierte que este es solo un primer paso: “No es la solución, sino una medida más que apunta a consolidar la carga bajo bandera argentina; pero sigue haciendo falta una Ley de Marina Mercante que baje la presión tributaria. Por lo pronto, no van a hacer falta inversiones porque la capacidad de carga ya está, antes las transportaba otra bandera y ahora podemos transportarla nosotros. Si no avanzamos con una complementación con leyes que favorezcan la inversión, puede ser que esta medida termine fracasando como sucedió con otras normas, como la 1108, que se dictaron en los dos últimos gobiernos, pero como no teníamos flota no se pudo cumplir cabalmente. Para que esto no fracase es necesario que se reactive flota, haya más oferta de bodega y este es un camino que todavía falta transitar”.

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