En un estudio enviado a sus clientes, la consultora Céleres evalúa cómo una posible disputa entre Estados Unidos y China podría traer beneficios para la agricultura brasileña, pero resultar en mayores tasas de interés, lo que afecta las condiciones de financiamiento. Y también ve evolución en los mercados de insumos, más concentración en semillas y aumentos importantes en los fletes
La nota periodística firmada por el colega Italo Bertão Filho para el portal AgFeed, dice que bajo el efecto de la perspectiva de una cosecha completa, asociada a una depreciación del real frente al dólar y una guerra comercial en el exterior que podría beneficiar a Brasil, 2025 debería ser mejor que el tumultuoso 2024 para la agroindustria.
Esto no quiere decir que el año no tenga desafíos, especialmente en el ámbito macroeconómico, con los productores más expuestos a riesgos tras los problemas de la cosecha 2023/2024, con márgenes más ajustados y peores condiciones financieras, con el aumento de las tasas de interés en Brasil. y la posibilidad de que esto también suceda en el extranjero.
La variable de mayor impacto esta vez es, por supuesto, el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Según Enilson Nogueira, analista de Céleres y uno de los autores del estudio, la toma de posesión del republicano pone en el centro de la mesa una volatilidad adicional de los precios, y este es el principal punto de atención para 2025, según el analista.
“Vimos, en la última semana, si era la intención de una guerra comercial con China, o una postura más dura, más firme, alterando el dólar, el real, los precios en Chicago y, en consecuencia, los precios en Brasil”, afirma.
COMO EN 2018
Céleres valora que el escenario de 2025 podría repetir el de 2018, cuando Trump estaba en su primer mandato y había abierto una disputa comercial declarada con China.
“Una posible guerra comercial entre China y Estados Unidos beneficiaría los precios agrícolas y las exportaciones brasileñas”, dice el informe.
El documento recuerda que la soja brasileña estuvo casi 3 dólares por bushel por encima de la soja norteamericana en 2018.
“Con el dólar actual, estamos hablando de casi 30 reales más por bolsa de soja brasileña en comparación con la soja estadounidense. Además de todos los indicadores de liquidez, hay un aumento de la demanda de soja brasileña en relación a la oferta norteamericana”, dice Nogueira.
El problema es que las medidas de Trump podrían ser inflacionarias, recuerda el analista de Céleres, llevando a una mayor restrictividad de los tipos de interés -después de que la Reserva Federal Fed, el banco central de Estados Unidos) iniciara hace un año un ciclo de flexibilización monetaria-. el año pasado.
“La lectura que tienen los economistas es que las tasas de interés en el exterior podrían ser más altas de lo que se imaginaba antes de asumir el cargo”, afirma.
Mantener las tasas de interés en niveles más altos en el extranjero también mantiene la tasa Selic en niveles altos en Brasil por más tiempo.
En 2024, la tasa de interés cerró el año en 12,25%, pero con dos aumentos consecutivos de 1 punto contraídos para inicios de 2025, y debería cerrar marzo de 2025 en 14,25% – el Copom realiza desde este martes 28 de enero la primera reunión del año para abordar el tema.
De esta forma, el costo financiero aumenta y afecta también a los productores rurales, que ya vienen enfrentando dificultades financieras incluso desde la cosecha 2024/2025.
CREDITO MAS CARO Y ESCASO
“El crédito será más caro y escaso en 2025, como resultado de la combinación de un aumento de la tasa Selic, un aumento de los impagos y más solicitudes de recuperación judicial”, afirma el informe.
La tasa de morosidad en la agricultura superó el 7% a lo largo de 2024, según el estudio de Céleres, y también se produjo un aumento significativo de productores rurales que entraron en recuperación judicial, tanto como personas físicas como jurídicas.
“El principal factor de riesgo o gestión de riesgos para los productores rurales estará estrechamente relacionado con la cuestión de los costos financieros”, resume Nogueira.
La tendencia es que el escenario no cambie mucho en el corto y medio plazo, según el analista de Céleres.
“La situación con Trump manteniendo tasas internacionales más altas y un Brasil que ya tiene una Selic alta, y con sesgo alcista, refuerza aún más la lectura de que, en 2025, y probablemente, en 2026, los costos financieros para el productor, si se financian, será mayor”, afirma.
Aún en el contexto macroeconómico, la tendencia del Real a seguir depreciándose frente al dólar podría volver a favorecer a los productores.
SERA CRUCIAL EL TIPO DE CAMBIO
“Con una cosecha global completa, especialmente de soja, las condiciones del mercado en Chicago y las primas no favorecerán la apreciación del grano. En este contexto, el tipo de cambio será crucial para sostener los márgenes de los productores, en reales”, dice el documento.
El informe compara la composición de los precios de la soja en marzo de 2024 R$ 109) y el futuro para marzo de 2025 R$ 111) y los valores del maíz en septiembre de 2024 R$ 53) y el futuro para septiembre de 2025 R$ 53. Y destaca la importancia fundamental de laapreciación de la moneda estadounidense para que los precios actuales no se encuentren en niveles mucho más bajos en reales.
“La apreciación del dólar en el mercado local añadió R$ 30/sc al precio de la soja y 11 R$/sc al del maíz entre los períodos analizados”, afirma el informe.
“Si el tipo de cambio se mantiene a principios de 2024, los precios estimados serán de R$ 80/bolsa de soja y R$ 37/bolsa de maíz, por debajo del punto de equilibrio para la cosecha 24/25”, continúa el texto