- Por Salvador Di Stefano (*)
Vamos a un nuevo escenario cambiario, que nos posibilitara una fuerte baja del riesgo país, oportunidad para invertir en bonos y acciones.
Los anuncios nos llevaron a una caja de conversión con bandas, superávit fiscal, no emisión monetaria y salida del cepo en capas.
Esta claro que el desembolso de fondos es impresionante, llegan U$S 15.000 millones del FMI durante el año 2025, otros U$S 6.000 millones de organismos financieros internacionales, y repos de bancos internacionales por U$S 2.000 millones, esto totaliza la friolera de U$S 23.000 millones. Con esta cifra las reservas treparían a la zona d ellos U$S 47.000 millones, y quedan a un paso de los U$S 50.000 millones, cifra no alcanzada en muchos años. Para el año 2026 se desembolsarían unos U$S 5.000 millones adicionales del FMI.
En las últimas semanas hemos visto que muchos exportadores postergaron liquidaciones, esto no podrá extenderse en el tiempo, tienen por delante vencimientos de muchas obligaciones. A partir del 15 de abril se comienza a levantar la cosecha de soja, sin la planta de Vicentin para recibir mercadería, se enviará mucha mercadería a puerto, esto hará que los exportadores compren a precios muy bajos, y la liquidación se acelera en el mercado. Entre la cosecha y los problemas de logística, la liquidación podría ser muy elevada. Cuidado que podemos ir a la base de la banda expresada por el ministro.
El gobierno aseguro más superávit fiscal, con un incremento esperado del 1,3% al 1,6% del PBI. Alerta campo, las retenciones se bajaron temporalmente, si el gobierno sale a buscar más superávit fiscal, en un año electoral, es probable que las retenciones vuelvan a su nivel original después de junio.
El gobierno no financiero el déficit con emisión monetaria, por ende, la emisión solo se producirá si el dólar cae al piso de la banda, y se utilizan los pesos para comprar dólares. Es un cambio fundamental, porque aleja la posibilidad de la dolarización de la economía, ya que en la fase dos la base monetaria amplia era fija, y ahora no.
Se flexibiliza el cepo, y a partir del año 2025 no hay restricciones, en cambio para remesar dividendos de años anteriores, habrá que buscar el Bopreal como instrumento para sacar dinero al exterior. El dólar turista sigue vigente. El dólar blenda paso al olvido, su última cotización fue en torno de $ 1.131, y ahora queda a suerte y verdad, en la amplia banda entre $ 1.000 y $ 1.400, actualizable a un ritmo del 1% mensual.
PRINCIPALES CONCLUSIONES
. – SE CLARIFICA LA POLÍTICA CAMBIARIA, esto debería hacer que nuestro país sea recalificado por las consultoras, y el riesgo país debería bajar como mínimo a la zona de los 200 puntos. Esto implica que un bono AL35 debería rendir una tasa interna de retorno del 7,0% anual, lo que le elevar a su paridad a la zona de U$S 88, cuando este viernes su cotización cerro en U$S 60,69, esto implicaría una potencialidad de suba del 45% en dólares.
. – Las empresas cotizantes en bolsa, deberían descontar sus flujos de fondos esperados a una tasa mucho menor, lo que implica una fuerte suba en la capitalización bursátil. Estaríamos ante una importante suba de las acciones en el mercado argentino.
. – LA TASA EN PESOS DEBERÍA COMENZAR A BAJAR, el gobierno dejo atrás la idea de la base monetaria amplia fija, con lo cual si el dólar cae la economía se va a irrigar de pesos. Esto implica que la tasa puede ceder, y esa es una buena noticia para la economía. Un tipo de cambio por debajo de los niveles actuales obligará a las empresas a un salto en competitividad importante.
. – La tasa en dólares debería arbitrar a la suba, con la salida del cepo tenemos libertad en el movimiento de los capitales, esto implica una tasa de interés parecida a la de Estados Unidos con lo cual podemos ver subir la tasa para los colocadores, y una suba mayor para los que capturan financiamiento en moneda dura.
. – El nuevo programa cambiario es funcional a una suba de bonos y acciones. El dólar se pegará a la banda inferior, ante el mayor ingreso estacional de dólares de la cosecha, y el incremento de exportaciones de energía. Las empresas que producen transables deberán aumentar la productividad. Tendremos una tasa en dólares mucho más atractiva en los bancos.
. – Los bancos seguirán a la suba, capturando valor en el mercado de capitales, las empresas energéticas mostrarán aumentos importantes, ya que merecen una valuación más elevada, si observamos una baja del riesgo país. El campo quedará complicado, si se restablecen las retenciones en julio, el que no liquido se embromo.
. – La tasa de política monetaria quedará en el 29,0% anual, si toda va bien, en el segundo semestre la tasa de inflación debería desplomarse, y la tasa debería ajustar a la baja. El lunes tenemos una licitación de la tesorería, muy variada, me parece que quedan desiertas la demanda de bonos dólar linked, lo más atractivo pasa por las Lecap, los bonos que ajustan por inflación y tasa Tamar no son atractivos en un escenario de una inflación a la baja.
. – SIN CEPO, y una mejora en la calificación de deuda, la argentina gano previsibilidad, pero no esta exenta de que debe seguir trabajando para bajar tributos, ya que la rentabilidad de las empresas quedara muy ajustada.
(*) Salvador Di Stefano es analista económico y de mercados.