Angola reactiva su eje cafetero para entrar en el mercado mundial del café
Angola quiere recuperar su puesto como uno de los mayores productores de café del mundo. En los años setenta, este ancestral oro negro tenía una producción de aproximadamente un cuarto de millón de toneladas al año. En Global Angola descubrimos cómo dos empresas angoleñas se expanden en el mercado mundial.
La empresa Café Cazengo es uno de los productores más dinámicos de este ancestral “oro negro” en Quiculungo, un municipio al este de la capital.
“En Quiculungo, durante la época colonial, el café era lo que movía la economía local. El municipio se construyó gracias a este sector. Hoy en día exportamos sobre todo a Estados Unidos, pero también tenemos nuestra página web, donde vendemos a nivel internacional”, explica a Euronews Camila Paula, directora comercial de Café Cazengo.
UN BRASILEÑO COMENZÓ A CULTIVAR EL CAFÉ
Paula es originaria del gigante del café: Brasil. Y precisamente fue un brasileño quien empezó a cultivar café en Angola a principios del siglo XIX. En los años setenta, la producción se acercaba a un cuarto de millón de toneladas anuales. Y aunque fue interrumpida por la guerra civil, tras casi 20 años de paz, Angola se está recuperando.
“Tenemos unos 500 cafetales. De ahí sacamos la materia prima”, dice.
Estos cafetales se encuentran entre las 25 000 explotaciones más pequeñas que producen aproximadamente la mitad de la cosecha de café del país. Unas 500 explotaciones comerciales más grandes producen el resto.
Camila asegura que Café Cazengo trabaja con los productores locales para impulsar la productividad y mejorar sus vidas.
“Ahora, por ejemplo, tenemos un proyecto que es un centro de educación superior angoleño, donde estamos ayudando a los cafeteros a formalizar sus cooperativas”.
CON AYUDA DE LA UE
Los productores también reciben ayuda de un programa de la Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas (ONU) que forma parte de un esfuerzo por ampliar el sector privado y diversificar la economía angoleña, basada principalmente en el petróleo. La agricultura, que representa el 13 % del PIB del país, es un factor clave.
La Fazenda Vissolela es una de esas grandes explotaciones comerciales. El proyecto es de 1 000 hectáreas, todas centradas en el café de especialidad. Sus responsables aseguran que habrá 100 hectáreas de cada variedad de café arábigo, y el 80% de estos cafés se exportará.
“Este año ya tenemos un buen volumen de negocio. El año que viene, y todos los años, vamos a duplicarlo, porque el café es el futuro, siempre lo ha sido en el pasado y lo seguirá siendo en el futuro de Angola”, dice Énio Miranda, cogerente de Fazenda Vissolela.
POR QUÉ ANGOLA?
¿Pero, por qué Angola? Se trata de una combinación de factores que la sitúan en la zona de atracción para el cultivo del café.
“En términos de calidad, el primer requisito es la altitud. Aquí estamos a entre 1.200 y 1.300 metros de altitud, lo que es excelente para la calidad”, argumenta Diniz, un cafetero angoleño.
En comparación con otras partes del mundo, Angola se beneficia de la geografía y los recursos naturales que son clave para el cultivo del café.
“Tenemos topografía, que facilita la mecanización, tenemos abundancia de agua, que facilita el riego, el aumento de la productividad”, concluye Diniz.
UN POTENCIAL
Los analistas ven un gran potencial, incluido el Centro de cooperación Internacional en investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD) con sede en Francia. En su investigación, respaldada por la UE, participaron expertos de Angola, Argentina, Portugal y Francia.
“Hay una verdadera motivación por parte de los gobiernos, los gobiernos locales y también de instituciones internacionales como la Unión Europea, para revitalizar este sector con algunos actores locales que a su vez son muy dinámicos, y están tratando de innovar para que el sector del café en Angola vuelva a su antigua gloria”, señala Cécile Bessou, investigadora en agroecología.
Con nuevas tecnologías agrícolas y un sabor que conquistó el mercado mundial, el café angoleño está de vuelta.