Por Diego Kalbermatter (*)
Resulta necesario para el sector agrícola, comenzar a buscar alternativas de negocios; en este contexto de tres campañas perdidas, necesitamos cambios radicales progresivos. En principio, existen tres formas de hacerlo, podría haber otras, pero agronómicamente nos enfocaremos en una específicamente.
Las tres formas de diversificar negocios son: industrializar o dar un valor agregado a la producción primaria, incluir a la ganadería en el esquema y así poder transformar valor de grano en carne, y, por último, incluir en la planificación productiva, cultivos alternativos y/o especialidades. Las tres formas de diversificar anteriormente nombradas, requieren de inversión y capacitación.

Lo primero al pensar en diversificar e incluir especialidades, debemos tener aceitada la comercialización, la cual es crucial al momento de tomar la decisión de sembrar cultivos nuevos, debemos estar seguros que la producción va a ser vendida sin rodeos, en definitiva, debemos buscar empresas serias al momento de realizar alianzas comerciales con cultivos especiales.
En principio necesitamos definir commodities y specialities.
Commodities: cultivos cuyos productos son homogéneos, sin identidad ni valor agregado, intercambiables por otros productos de calidad similar y que se comercializan con precios sujetos a la oferta y la demanda, están disponibles en grandes volúmenes, con mercados abiertos y transparentes, con precios futuros visibles y con fijación de precios en la mayoría de los casos, normalmente el valor del kilo no supera los 5 USD.
Specialities: son cultivos que presentan demanda y oferta limitada, calidad diferencial, valor agregado, singularidad, distribución limitada. Son cultivos escasos que presentan un mercado restringido y poco transparente, presentando valores altos con respecto a los commodities. Las especialidades son siempre cultivos alternativos, pero no todos los cultivos alternativos son especialidades.
El miedo a lo desconocido
El principal enemigo de los cultivos alternativos es el miedo a lo desconocido, no saber el riesgo que implica hacerlos o no tener en claro los resultados que se puedan llegar a obtener y es lógico que así ocurra.
En general cuando tenemos que tomar una decisión por algo nuevo, un cultivo o negocio que desconocemos, entramos en un estado de stress, que nos boicotea las posibilidades de cambio.
Los cultivos alternativos, sean especialidades o no, no nos garantizan una renta extraordinaria, o a veces no generan renta de ningún tipo directamente, sobre todo si se plantea un escenario climático desfavorable en el ciclo. Como todo cultivo, necesitan condiciones favorables, son lluvia-dependientes y algunos incluso, pueden requerir, un determinado valor de agua útil para poder definir su siembra y plantear una cierta seguridad; muchos de ellos, suelen monetizar o mostrar su “ganancia”, en el cultivo siguiente o en los cultivos siguientes, es decir, si bien puede ser que, en sí, la rentabilidad del cultivo sea cero o con valores negativos, el beneficio lo captura el cultivo sucesor.

La rotación lo es todo, pero si estamos rotando permanentemente los 3 o 4 cultivos convencionales de siempre, terminamos haciendo un monocultivo de cultivos, que no llega a realizar la mejora en el suelo que necesitamos, como en un verdadero esquema de variabilidad productiva, lo que se conoce comúnmente como diversificación real.
Características agronómicas
En general todos los cultivos alternativos tienen alguna característica agronómica que contribuye a la mejora de la productividad por hectárea, se complementan con los commodities y fortalecen las estrategias de manejo de suelos. Otra de las ventajas con las que cuentan, es la rotación de principios activos de herbicidas, desplazando los momentos de aplicación con la fenología de las malezas, haciendo más eficiente el manejo general del lote.
La estrategia de alternar cultivos convencionales con cultivos alternativos, sean specialities o cultivos de servicio, es la diversificación de sistemas de raíces, el aporte de cobertura, el diferencial de extracción y aportes de nutrientes en el suelo, mejora en la estructura o fertilidad física, disminución de la densidad aparente por aumento de macro y micro poros del suelo, aumento de la infiltración del agua de lluvia o riego, alelopatías con determinadas malezas, captura real de carbono y en algunos casos de nitrógeno, mejora en la microbiología del suelo, mejora en el pH del sistema raíz planta, aumento de calidad de la rizosfera, disminución de plagas tanto aéreas como de suelo, aumento de población de insectos benéficos en general, entre otras.
Hay ventajas reales
En definitiva, podemos decir que las alternativas buscan mejorar la captación de agua y mejorar las condiciones biológicas de suelo, con eso, el cultivo siguiente corre con ventajas reales, presentando diferencias evidentes con respecto a barbechos comunes por ejemplo, o rotaciones con cultivos convencionales. Debemos entender que cuando aprendemos a cosechar agua, podemos cosechar casi cualquier cultivo en años dificiles; esto se logra mejorando las condiciones físicas, especialmente las condiciones que hacen al aumento de la infiltración de agua al perfil.
Podemos diferenciar por épocas de siembra y estacionalidad, alternativas invernales por un lado (las cuales se detallan), y primavera-estivales por otro.
Entre las invernales podríamos nombrar:
El coriandro (tipo marroquí), se puede sembrar temprano desde abril a junio, es un excelente subsolados natural por ende, un excelente infiltrador de agua, por ende, el mejor antecesor de cultivos como maíz, algodón, soja, etc.; el coriandro es una especialidad que se exporta a Brasil, Chile, Uruguay, también a otros continentes como Europa, Asia, etc. Es considerada la aromática más sembrada en Argentina y somos el 6to país productor del mundo, los rindes van desde los 5 qq/ha a los 20 qq/ha promedio. Se lo consume en forma directa como reemplazo de condimentos picantes, de hecho, es llamado la pimienta de los pobres, también se usa en la fabricación de algunas bebidas. Su aceite se destina para la industria alimenticia y cosmética principalmente.
Como antecesor, se han obtenido valores de hasta 20 qq/ha más de maíz sobre coriandro, comparado con barbechos largos y sobre trigo como antecesor, todo en mismo productor y con iguales lluvias. Los beneficios del coriandro al suelo, no solo se dan por el aumento en los macroporos, que permiten una mayor entrada de agua al perfil, sino también por los exudados que liberan las raíces, mejorando el pH del suelo, la actividad microbiana y, por ende, la mayor disponibilidad de nutrientes para el cultivo siguiente.
El cártamo

Es un cultivo que se siembra desde mediados de mayo hasta la primera quincena de junio, es una oleaginosa, de la cual se extrae uno de los aceites más saludables para el consumo humano, tiene un manejo simple, se adapta muy bien a suelos con valores de salinidad en donde el girasol y el trigo no superan un umbral de rendimiento y es uno de los cultivos invernales de menor requerimiento hídrico; se adapta a suelos degradados o de baja fertilidad.
Los rindes en la zona
En nuestra zona, se esperan rendimientos cercanos a la tonelada por hectárea; pero puesto en suelos de mejor calidad y con condiciones favorables en el ciclo, pueden obtenerse hasta 18 qq/ha promedio, con picos de más de 20 qq/ha con riego y en suelos de alta calidad.
El aceite de cártamo se exporta a Países Bajos y Bélgica en mayor medida, la UE es el principal destino de exportaciones argentinas. Genera muy buena cobertura para el suelo y contribuye en los primeros centímetros, a mejorar los macroporos por su raíz pivotante de buen volumen.
El garbanzo:
Es una oleaginosa que se presenta como una alternativa de cultivo de renta interesante en años con buena recarga de perfil durante el otoño, se requieren 140 mm de agua útil para plantear la siembra de garbanzo, pero una vez que se implanta y establece, es muy resistente a la sequía, llegando a producir, dependiendo el suelo y el perfil inicial, hasta 600 Kg/ha sin una gota de agua en el ciclo. Aporta nitrógeno, por ser una leguminosa con simbiosis con rizobios. Se siembra desde finales de abril y todo mayo. Su rendimiento potencial en campañas favorables en nuestra zona, es de 25 qq/ha promedio.
El NEA es una buena plaza actualmente, ya que somos zona libre de rabia del garbanzo, una enfermedad que limita la producción en zonas de mayor potencial. Es considerado como una especialidad y se consume como grano entero o como harina; los principales destinos de exportación son Paquistán, Chile, Brasil y algunos países de la UE.
La colza es otro cultivo oleaginoso utilizado para consumo humano y en industria, también se usa en la fabricación de biocombustibles específicos. Se siembra desde fines de abril hasta fin de mayo, siempre antes que el trigo.
En años con buenas precipitaciones y en lotes de alta calidad, puede rendir entre 15 y 20 qq/ha, pero lo usual es que se coseche entre 5 a 10 qq/ha. Mejora la estructura del suelo, ayuda en la reducción de malezas, mejora la eficiencia en el uso de nutrientes y aumenta el rendimiento de cultivos posteriores. Es un controlador natural de nemátodos al igual que el sésamo en verano.
La carinata es otra oleaginosa de uso principalmente industrial, para la fabricación de biocombustibles para aviación. Tanto carinata como colza son excelentes aportantes de carbono para el suelo, esto debido al buen volumen de cobertura que generan. Presenta una raíz pivotante fuerte, que redunda en una buena exploración del suelo y la descompactación del mismo. En el NEA, en años con buenas condiciones, se han obtenido rendimientos de hasta 18 qq/ha promedio con picos de rendimiento interesantes, es un cultivo relativamente nuevo con respecto al resto.
Lo normal es esperar rendimientos de entre 5 y 12 qq/ha. Hoy es una alternativa interesante por el precio de mercado que tiene, hoy día, hay una sola empresa que comercializa su semilla y compra la totalidad de la producción.
El girasol alto oleico está dentro de la lista de especialidades, es bien conocido por los productores, se lo maneja igual que a un cultivo de girasol convencional. En estos momentos existen híbridos que tienen un buen potencial productivo, lo que lo vuelve a poner en el radar de algunos productores, que buscan mejorar un poco de renta con diversificación dentro del mismo cultivo. Si bien el girasol no representa un cultivo alternativo, incluso en su formato de alto oleico, es una alternativa de negocio y si hablamos de diversificación, es más que interesante tener un segundo canal de comercialización, lo que representa también, una forma de ir cambiando.
LOS CULTIVOS DE SERVICIO, OTRA OPCION
Otra alternativa interesante son los cultivos de servicio con opción a cosecha. Debemos pensar en que en la zona núcleo, donde sobra el agua por una cuestión geográfica, se está haciendo muy común, la implantación de cultivos de servicio, incluso de praderas de servicio multiespecie, que no llegan a completar el ciclo; estas praderas de cultivos puente, no tienen finalidad de cosecha, sino que se utilizan para combatir malezas, aportar carbono y/o nitrógeno, mejorar condiciones generales de suelo, aumentar materia orgánica, etc.; en determinada fecha límite, se procede a secar el lote o a rolarlo, a partir de aquí se cosecha el agua para el siguiente cultivo.
En los últimos años, la demanda de semillas de cultivos de servicio ha aumentado y el poco stock de semillas, hizo que el valor aumente considerablemente.
El problema de ellos, puede ser una oportunidad para nosotros, en tanto planifiquemos las mismas especies que ellos necesitan, para cosechar la semilla y ponerlas en ese nicho de mercado. Para realizar esto, es recomendable realizar alguna alianza con semilleras o agronomías que se dediquen a la comercialización de estas especies. Podemos considerar que, en invierno, la avena, el centeno, el coriandro, la colza, las diferentes especies de trébol, entre otras, pueden ser una buena opción si se logra concretar algún negocio específico.
En nuestra zona, suele decirse que luego de un cultivo puente o de servicio, que no se lo seca a tiempo, nos deja el perfil bastante agotado, consumiéndose la totalidad de las lluvias que activan la primavera, para esto, existen opciones posteriores de ciclo estival, que pueden calzar bien en las rotaciones; básicamente hablamos de cultivos que requieran menos agua en el ciclo, o que tengan mayor capacidad exploratoria de raíces, o que sean de ciclo corto y nos permitan un corrimiento de la fecha de siembra. Estos cultivos pueden ser, Poroto Mung, Poroto negro, Sésamo, Moha, Mijo amarillo, etc.
De estos cultivos hablaremos más adelante, pero como siempre decimos, no se obtendrán resultados diferentes, si se sigue haciendo lo mismo. También es seguro que, si no planificamos a 10 años nuestro esquema de producción, no tendremos muchas esperanzas de que nos vaya bien.
Dos opciones válidas
Es recomendable analizar dos opciones válidas para una ventana de siembra, dentro de una rotación lógica y sustentable. No menos importante es, comenzar a realizar diagnósticos de suelo, tanto en su fertilidad química y aún de mayor importancia, la fertilidad física, ya que, al haber impedimentos para la exploración de raíces, no nos sirven de nada los nutrientes o el agua que tenemos debajo del impedimento, ya que las raíces no lograran explorar esos centímetros de perfil, que podrían aportarnos lo que nos falta para llegar al rendimiento esperado.
La mayoría de los cultivos invernales con raíces pivotantes, contribuyen a la descompactación del suelo.
Debemos aprovechar estas herramientas de diversificación, encontrando un equilibrio en porcentaje de superficie al que se va a destinar para ir cambiando, paso a paso, pero con seguridad.
Es imprescindible que no sólo los productores vayan entendiendo y conociendo las alternativas agronómicas, más importante aún, que los centros educativos regionales en todos los ciclos y las instituciones de tecnología agropecuaria, comiencen a preparar a los profesionales, tanto en la investigación como en la extensión, porque la diversificación en menor o mayor escala, es el futuro y quizá la salvación de muchos esquemas productivos, que hoy corren peligro de continuidad.
(*) Diego Kalbermatter es ingeniero agrónomo, asesor privado. Forma parte de la mesa técnica del Grupo Agroperfiles.