En diálogo con Agroperfiles Radio, el ingeniero agrónomo Luis Villa, consultor privado, analizó el complejo contexto que atraviesa el país y cómo las decisiones políticas impactan directamente en el sector productivo. Con tono claro y firme, Villa advirtió sobre la falta de previsibilidad, la ausencia de diálogo y la desconexión entre el Estado y los verdaderos actores del agro.
“La producción sigue intentando marcar el rumbo que sabe hacer: producir”, comenzó diciendo el ingeniero. “El productor no quiere otra cosa, porque es lo que sabe y elige hacer. Pero necesita reglas claras. Sin eso, todo se hace cuesta arriba”.

Uno de los puntos más críticos que señaló es el regreso de las retenciones del 33% para la soja a partir de junio, lo que genera un efecto anticipado de distorsión en el mercado: “Los compradores ya descuentan ese porcentaje, lo que significa que las condiciones cambiaron antes de tiempo. Esto no lo hace ningún otro país del mundo”.
Además, Villa se refirió a la falta de incentivos para los cultivos de invierno como el trigo, la cebada e incluso el girasol en el norte, al que consideró “un cultivo de invierno por el momento en que se invierte y se cosecha”.
Según su análisis, si se implementaran medidas de estímulo, el Estado no solo no perdería recaudación, sino que incluso podría aumentar sus ingresos.
FALTA DE REPRESENTACIÓN Y DE PROPUESTAS CLARAS.
Otro tema preocupante que planteó el ingeniero es la ausencia de representación efectiva de los productores por parte de las entidades gremiales. “El 90% de los productores no está afiliado a ninguna entidad, ni tiene intención de hacerlo. Las bases están descontentas, pero no hay un canal para expresar ese malestar. Los dirigentes rurales y los productores parecen ir por frecuencias distintas”, afirmó.
Si bien valoró la apertura del gobierno nacional a recibir propuestas del sector privado para mejorar la productividad, lamentó que “se haya hecho muy poco y no se hayan acercado propuestas concretas”.
POBREZA ESTRUCTURAL Y PÉRDIDA DE RENTABILIDAD.
Villa también abordó la situación social del país y fue contundente: “La pobreza estructural es durísima. El país se ha empobrecido muchísimo. Tenemos las capacidades intactas, pero necesitamos ponernos de acuerdo en qué país queremos construir. Y eso no está ocurriendo”.
En relación con el desempeño económico del agro, alertó sobre los balances negativos que vienen mostrando empresas agropecuarias que cotizan en bolsa: “Puede crecer la producción por tecnología o clima, pero no se gana plata. Ni siquiera se recupera el capital”.

En este escenario, aseguró que la única salida es la integración entre productores, dado que “es un negocio de escala. Y si no hay rentabilidad, la deuda sólo puede ser un complemento pequeño. Si la tasa es 8 y su rentabilidad es 1, la cuenta no cierra”.
Para Villa, el productor argentino necesita previsibilidad, diálogo real y políticas diferenciadas según el tipo de actor. “Si no ponemos nuestra parte, si no nos entendemos como país y no se toman decisiones que ayuden a quien realmente produce, será difícil salir adelante. El campo tiene mucho para dar, pero necesita condiciones justas”.