Para el empresario textil chaqueño Carlos Caram, el cultivo de algodón “sigue siendo clave, pero el clima y la economía ponen a prueba a los productores”
En diálogo con Agroperfiles Radio, el ingeniero agrónomo Carlos Caram analizó el presente del algodón en el Chaco, un cultivo que, a pesar de las adversidades climáticas y económicas, sigue siendo una alternativa clave para los productores.
“La cosecha de este año comenzó antes de lo habitual debido a la ola de calor, lo que generó una gran variabilidad en los rendimientos. Además, la calidad de la fibra enfrenta desafíos, mientras que los precios y el mercado interno mantienen la incertidumbre”, indicó.
COSECHA ANTES DE LO PREVISTO

“En esta campaña nos encontramos con una situación poco común. Pasado ya el mes de febrero y ya hay entre seis y siete desmotadoras en funcionamiento, algo que en años normales no sucede hasta marzo o abril, dijo Caram.
Esto se debe, en primer lugar, a que hubo una posibilidad de siembra temprana en septiembre, lo que permitió que algunos lotes completaran su ciclo. En segundo lugar, la ola de calor aceleró la maduración, la apertura de bochas y el secado del algodón. Así, los productores se encontraron con cultivos listos para cosechar antes de lo habitual y decidieron meter la máquina para salvar lo que se pueda”.
RINDES
Respecto al impacto en los rendimientos dijo que es muy difícil generalizar. “Hay lotes que rindieron menos de 1.000 kilos por hectárea, en el rango de los 700-800 kilos, pero también hay casos donde se superaron los 2.000 kilos e incluso algunos llegaron a 2.300 kilos por hectárea. La diferencia entre lotes es enorme, incluso en campos vecinos, y eso tiene que ver con la fecha de siembra, la variedad utilizada y el manejo del cultivo. Pero lo que está claro es que el algodón sufrió el impacto del clima, y en muchos casos, los productores están cosechando con la expectativa de cubrir costos”.
LA CALIDAD DE LA FIBRA
En este contexto aseveró que además del rendimiento, también está siendo afectada la calidad de la fibra:
“Uno de los problemas más importantes de esta campaña es el bajo porcentaje de fibra que se obtiene del algodón en bruto. En promedio, hoy estamos en un 25%, lo que significa que se necesitan 4 toneladas de algodón en bruto para obtener 1 tonelada de fibra.

En algunas regiones, como Sáenz Peña y Las Breñas, ese porcentaje baja al 20-21%, lo que implica que se requieren 5 toneladas de algodón en bruto para obtener la misma cantidad de fibra. Esto tiene un impacto directo en la rentabilidad, porque el productor no solo necesita volumen, sino también calidad para obtener un buen precio”, señaló.
“Otro factor preocupante es el microner, que es el grosor de la fibra”, agregó. Este año, los altos niveles de estrés hídrico y las temperaturas extremas han afectado el engrosamiento de la fibra en la etapa final del desarrollo.
En algunos casos, la fibra está en los niveles mínimos de grosor, lo que puede complicar su colocación en el mercado.
MERCADO: “ACÁ VALE MAS QUE AFUERA”
Ante la pregunta periodística sobre el precio del algodón en esta campaña señaló que el mercado interno sigue pagando mejor que el de exportación. Mientras que el precio internacional ha caído a 66-67 centavos de dólar por libra, el mercado local está ofreciendo 1.500 pesos por tonelada de fibra de buenas características, lo que lo hace más atractivo para los productores. Sin embargo, hay dificultades para colocar fibras de menor calidad.
El precio del algodón en bruto también varía. “Hoy temprano, un productor me llamó preguntándome si le convenía vender ahora o esperar a hacer fibra. Estas decisiones son clave en un año donde cada centavo cuenta, porque la estructura de costos está muy ajustada”.
LA INDUSTRIA EN MODO ESPERA
La industria textil está en un estado de espera. “En otros tiempos, los hilanderos trabajaban con stocks de materia prima para tres o cuatro meses, pero hoy están comprando con más cautela y seleccionando calidad al menor precio posible. Además, un factor que preocupa es la importación de productos terminados, como toallas, ropa de cama, cortinas y otros textiles. Todavía no hay un volumen grande de importaciones, pero si esto se incrementa, podría afectar la demanda del algodón local y presionar aún más los precios”.
Caram indicó a Agroperfiles que el algodón sigue siendo una alternativa viable en el Chaco, a pesar de todo. Como dijimos el año pasado, “el algodón terminó salvando el puchero” de muchos productores, y este año probablemente ocurra algo similar. En un contexto donde la soja y el maíz han tenido pérdidas significativas, el algodón se mantiene como una opción que, con manejo adecuado y decisiones estratégicas, puede permitir cerrar el año sin números rojos.
AFINAR EL LAPIZ

Sin embargo, “el productor va a tener que afinar el lápiz en cada decisión: negociar bien el precio, controlar los costos de desmote, analizar el momento adecuado para vender y optimizar el flete. Cada peso cuenta en un año donde los márgenes son ajustados y no hay lugar para errores”.
En cuanto a recomendaciones para las próximas campañas dijo: “El INTA está haciendo un trabajo extraordinario en cuanto a investigación de variedades y adaptación a estas condiciones climáticas extremas. Pero también hay un conocimiento valioso que viene del productor, que con su experiencia y observación ha aprendido qué funciona y qué no en cada zona”.
“Creo que el gran desafío hacia adelante es encontrar la combinación de variedad y fecha de siembra que mejor se adapte a este nuevo escenario climático, donde tenemos menos humedad, más calor y lluvias desparejas. También hay que estar atentos a los cambios del mercado y ajustar la estrategia de venta para maximizar el retorno por cada hectárea sembrada”.
EL DESANIMO ACTUAL DEL PRODUCTOR
Por último, describió el ánimo del productor en este momento asegurando que el productor siempre tiene fe. Porque cuando siembra, lo hace con la esperanza de que el clima le juegue a favor y de que los mercados acompañen. A pesar de las dificultades, sigue apostando al algodón porque conoce el cultivo, sabe que es parte de la identidad productiva del Chaco y entiende que, con el manejo adecuado, sigue siendo una opción viable.
“Lo importante es que, más allá de las dificultades, el productor no se rinde. Se adapta, busca soluciones y sigue adelante. Y eso es lo que mantiene viva la producción algodonera en nuestra región”, finalizó.
Por favor revisen el articulo publicado hay un gave error de información en el precio de fibra de algodón para mercado interno!!!